Unas semanas después de la junta se reunieron Aker, Felipe y Margaret en el castillo de ella.

-¡Hola mi pequeño príncipe! Cada día estás más grande- dijo el rey Aker al cargar al príncipe Haarón.

-Ya que estamos todos y solos. Debemos hablar seriamente contigo Qaysar- el rey Aker estaba jugando con el bebé de la reina.

-¡Aker!- el rey Felipe le llamó la atención.

-Los estoy escuchando- contestó Aker.

-Pues parece que no ¿Qué es eso de que le gritas al rey Carlos?- Felipe lo miró todo el tiempo.

-Estaba demasiado molesto, solo fue algo impulsivo-

-Aker, no deberías de hacer eso, puedes desatar una guerra con un mal movimiento- el rey Felipe lo volvió a reprender.

-Tampoco puedes ponerte así solo por una noticia- la reina Margaret acarició el cabello de su hijo acercándose a Aker.

-Es que no entiendes, estoy seguro de que ese bebé no es de Carlos- Aker seguía sin mirarlos.

-¿Qué te hizo cambiar de opinión?- le preguntó Felipe a Aker.

-Porque tuve un mal presentimiento-

-¿No es que solo sean tus ganas por querer que sea tuyo?-

-No, es diferente…-

-Margaret has estado muy callada- le dijo Felipe a Margaret.

-Eso no me concierne- cargó a su bebé, Aker la tomó del brazo.

-Tú sabes algo y no me quieres decir, por eso has estado muy callada-

-Sí lo hago vas a enloquecer y no quiero que hagas eso, además ¿Por qué no le preguntas directamente a ella?- Margaret me quitó la mano a él con delicadeza y dulzura.

-Porque solo es un presentimiento, ni siquiera sé cuánto tiene de embarazo- dijo suspirando -no te estoy obligando pero me gustaría mucho que me dijeras- la miró con una expresión tierna, ella suspiró con molestia.

-¡Aker Helios Qaysar deja de comportarte como un niño pequeño y comienza a actuar como un adulto! no actúes como yo cuando no se hace lo que quiero, tienes 26 años más o menos y cuando te enojas sigues actuando como un niño berrinchudo- Aker la miró molesto -y no me veas así, que también regañé a Iliana, ambos me sacan de quicio con sus actitudes, lo que les hace falta es hablar de una buena vez y no soy la única que lo piensa ¿Tú qué opinas Brent?- miró al rey Felipe.

-Les hace falta hablar eso no cabe duda, pero ¿Crees que es el momento?-

-Yo digo que debían hacerlo desde hace mucho, como yo debía hablar contigo-

-¿Conmigo? ¿Sobre qué?-

-Bueno pueden seguir hablando ustedes yo me llevo a mi sobrino- Aker le quitó a Haroon de los brazos a Margaret y se marchó.

-¡Helios! ¡No hemos terminado contigo!- le reclamó la reina pero Aker no le hizo caso, solo siguió caminando y cerró la puerta. El rey Felipe y la reina Margaret se quedaron platicando, fue una charla demasiado incómoda, ella le confesaba los sentimientos que había guardado desde hace mucho tiempo y también que estaba al tanto de que Felipe no sentía lo mismo por ella, arreglaron las cosas y de nuevo estuvieron como antes; a veces el sincerarse con alguien puede dar como resultado algo bueno y otras veces no tanto. Pero mientras ellos platicaban Aker pensó en lo que le dijo Margaret y sabía que sería una mala idea pero él realmente necesitaba saber si era su bebé o no, su curiosidad era igual de grande que su temor por qué algo malo le pasará a ella si iba a verla, así que decidió irla a visitar después de su cumpleaños, tratando de que no fuese muy sospechoso.

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