-¿Por qué vinieron directamente con los vampiros y por qué no buscaron a los híbridos? Estoy segura de que los habrían apoyado- le dijo la señora Regina trenzando su pelo.

-Los híbridos a diferencia del resto de los vampiros no están en un lugar específico, o al menos eso me dijeron, además ¿Qué me garantiza que no quieran después una guerra contra el resto de los vampiros?-

-¿Y que te hace pensar que después de esta guerra contra Evil no habrá una entre vampiros?-

-Pues están más enfocados en permanecer unidos y en disputa con los híbridos, nadie se mete con nadie- la señora Regina analizó las palabras de Iliana.

-Tienes razón lo que los une es su desprecio por los híbridos y el no querer relacionarse con otros vampiros-

-Es cierto ¿Cómo es que no me desprecia?- la reina miró a la señora a los ojos.

-Eres la hija de mi mejor amiga y no todos lo vampiros piensan mal de los híbridos, menos si son mitad humanos, lo que sí me costará será estar cerca de otro tipo de vampiros... o de tu esposo- la reina se sonrojó totalmente, Carlos se rió.

-El padre de Adam no es su esposo- dijo el rey entre risas.

-Pero es padre de tu hijo, entonces debe ser tu esposo, primero tienes que casarte antes de tener noche de...- la señora Regina hizo cara de asombro -¡No me digas que ese hijo es fuera del matrimonio!- Iliana comenzó a reír junto con Carlos, León agarraba al pequeño Adam mientras intentaba ayudarlo a caminar por la casa.

-Es divertido que de todo lo que hemos hablado lo más impactante y desconcertante para usted es que no esté casada y tenga un hijo-

-Es que no creí que las reinas pudieran hacer eso-

-No podemos-

-Pero le encanta romper reglas y meterse en problemas con el resto del consejo- dijo Carlos limpiandose las lágrimas que le habían salido por la risa.

-Igual que tu madre, le encantaba desafiar las reglas- la señora estuvo a punto de llorar, pero se contuvo, la reina le tomó la mano, ella era la que podía comprender mejor el dolor de perder un mejor amigo y que pudiesen haber hecho algo para evitarlo.

Durante la noche la reina no podía dormir, su niño estaba despierto así que se acomodó a modo de que pudiera acariciarle su cabello, el pequeño la buscaba con la mirada pero no la podía encontrar debido a la oscuridad, en cambio Iliana tenía transformados sus ojos y lo observaba detalladamente; Adam tomó dos dedos de la reina y no los soltó, como la puerta estaba entrecerrada Iliana pudo escuchar el llanto contenido de la señora Regina, eso la hizo entristecer un poco pues imaginaba el porqué se comportaba de ese modo, no se dió cuenta cuando se volvió a quedar dormida.

-¡Carlos hay que levantarnos!- dijo la reina al despertar precipitadamente, el rey estaba amarrando su cabello, solo la miró.

-Que bueno que has despertado, desayunamos y luego nos vamos- se asomó la señora Regina -quise cargar a tu bebé pero no te soltaba- la reina rió.

-No le gusta que la gente desconocida lo cargue, tampoco hablarles- el pequeño se acercó más a su mamá y la abrazó mirando a la señora Regina. Desayunaron y se reunieron al otro extremo del lago con los vampiros que los acompañarían, una vampiro con canas se les acercaba.

-Solo pido una cosa, mi esposo no me dió tiempo para hablar contigo de esto…tengan cuidado- dijo la abuela de Iliana, la reina alejó a su bebé de ella, pero la señora le tocó la cabecita al pequeño, Adam se quejó por la incomodidad -nunca serás bienvenida en este lugar, sobre todo por mi esposo, pero moriré tranquila al saber que mi hija será vengada, sé que tendrán éxito.copy right hot novel pub