-Sí, lo pienso enviar ¿Por qué?- le respondió de una forma calmada.

-No puedes hacer eso, es solo un niño. No porque todos los hombres de tu familia fueran guardias del reino quiere decir que Darek también deba serlo, como reina no dejaré que lo envies a entrenar por tres años- León los observó callado.

-Momento, no puedes decretar como reina que no lo enviaré, es mi hijo y yo lo educo como mejor me parezca. Y otra cosa, yo no lo estoy obligando-

-Quizá no, pero debiste haberlo convencido-

-Ninguno de mis antecesores fue obligado a servir a su reino, mucho menos mi hijo, él es el que quiere ser guardia, y sí, aún es demasiado joven para tomar una decisión tan importante pero si cumple la edad establecida para ir a ese lugar y sigue decidido a convertirse en guardia yo le brindaré mi total y completo apoyo, aún si no quiere ser guardia también lo apoyaré- Iliana quería continuar con la charla hasta convencer a Evan de que hiciera cambiar a Darek de opinión, pero Evan no iba a ceder tan fácilmente, ella podía notarlo en su expresión.

-Majestad no tiene de qué preocuparse por ahora está emocionado con la idea de ser un guardia igual que nosotros, pero después de entrenar 3 años podrá tener una pequeña muestra de lo que hace un guardia, puede que hasta cambie de opinión en ese entrenamiento- León tuvo que intervenir, pues Evan comenzaba a molestarse por la intromisión de Iliana con respecto a la educación de Darek, y la reina no pensaba en ese momento con total claridad; Iliana miró a León y pensando detenidamente comprendió que él tenía razón, así que para no alargar más la discusión solo suspiró y agregó.

-Solo espero que en estos años cambie de opinión, él no puede…pasar por todo eso- la reina se marchó un poco preocupada, aunque no le parecía tan mala idea que su niño aprendiera a defenderse, pero para eso él podía entrenar en el castillo junto con el pueblo.

Un par de días después Iliana recibió la visita de la señora Monroe, la pareja de la señora Regina.

-¿A qué debo su visita?- preguntó la reina.

-Vengo a entregarle esto, es urgente que lo lea majestad- Iliana la miró preocupada.

-Acompáñeme a mi estudio- las dos se dirigieron a ese lugar, ya ahí Lena se encargó de llevarles aperitivos y té.

-¿Quiere que las dejé solas majestad?- preguntó León.

-No te preocupes, necesito que te quedes- la reina y la señora Monroe se sentaron, Iliana comenzó a leer la carta con la mayor calma posible, no quería mal entender alguna palabra u oración.

...-❤️-...

Mi querida Ayla

Trataré de ser breve.copy right hot novel pub