-A veces me cuesta mucho trabajo tomar con seriedad algunos asuntos-
-Ahora entiendo porque para algunos sigues siendo una princesa- yo agaché la cabeza, esas palabras me dolieron, sobre todo porque no era la primera vez que las escuchaba, y que vinieran de él hacían que esa herida abierta ardiera cuan afilada hoja sobre las yemas de los dedos. El príncipe Aker se acercó a mí, yo sin saber que haría lo miré a los ojos, entonces me empujó al agua y caí, al sentarme no estaba tan profundo.
-¿Era necesario?- le grité, dije extendiendo mis alas en el agua.
-No te apurabas- dijo riendo con malicia; yo me levanté pero hacía demasiado frio y regresé al agua -¿te piensas quedar ahí todo el día?-
-Esta más calientito adentro- él soltó una carcajada escandalosa y luego se tapó la boca.
-Perdón, perdón- se sonrojó –es que cuando el agua se pone calientita es porque hiciste del baño ahí, por eso me reí-
-¿Y cómo sabias eso? yo no tenía idea- comencé a burlarme de él, se sonrojó aun más y se tapó la cara –enserio, ahora tengo curiosidad por saber cómo obtuvo ese dato- me quedé pensativa.
-Sí que eres chismosa- él me lanzó un poco de agua en la cara.
-¡En la cara no! que tengo maquillaje- dejé caer mis manos en el agua salpicándome más a mí que a él, solo se rió de mí.
-Pagaras por eso- me paré y con el pie traté de mojarlo, pero huyó de mí, así que tuve que perseguirlo hasta que logré tirarlo en el agua –mi ropa está mojada y tengo frio-
-Esta playera tiene sangre y no me ves quejándome ¿o sí?- cuando miré su playera me sonrojé, pues con el agua se le había pegado al cuerpo, dejando ver que tenía un cuerpo atlético y de buen ver.
-Me pondré mi vestido-
-Espera, creo que puedo secarte-
-No pienso dejarme tirar de una altura considerable-
-¿Qué? No, aguarda ahí- hizo un aleteo donde me costó mantener mi equilibrio.
-Sigo mojada- dije tentando mi ropa, él continuó – ¡espera! mejor me pongo mi vestido y me ayudas con mi cabello- él asintió.
-¿Y yo cómo me seco?-
-No sé si funcione pero podrías volar-
-En este momento como me gustaría ser un vampiro de viento- se quedó quieto, como si se le hubiese ocurrido una idea –tus ojos son azules ¿no?- yo tomé mi vestido un tanto confundida, asentí con la cabeza.
-No entiendo su pregunta-
-Puedes quitarnos el agua fácilmente- se quedo pensativo –bueno quizá no sea tan fácil pero no está de más intentarlo-
-¿Cómo puedo hacer eso?-
-¿La reina Marianne te habló alguna vez de los vampiros con diferentes habilidades?- yo aun seguía confundida –los de ojos amarillos la tierra, los de ojos azules el agua, los de ojos plata el viento ¿no?- yo había escuchado algo de eso en algún momento pero no podía recordar.
-¿Así como Evil puede controlar el fuego?- dije emocionada.
-¡Exacto! Ahora puedes intentarlo-
-¿Y cómo lo hago?-
-No lo sé, son tus habilidades-
-Pero usted también tiene-
-No es lo mismo-
-Pero una ayudita no me vendría mal-
-Está bien, quizá funcione si tú piensas en el agua, te concentras en ella y tratas de decirle que hacer mientras mueves las manos en la dirección que la quieres ¡pero muy concentrada!- yo asentí.
-Espera ¿Cómo que decirle? Pues si no es una persona-
-Bueno me refiero a que pienses con detenimiento lo que quieres que haga-
-Pero no es una per…-
-Me entendiste ¿No?- dijo interrumpiéndome. Traté de concentrarme y pensar en el agua, solo en el agua, que estaba en la ropa y el cabello del príncipe Aker, pensé en lo que quería que sucediera, mantuve mi mente fuera de otros pensamientos y en mi cabeza pasó lo que quería que sucediera –Iliana-
-¡No me desconcentres!-
-¡Iliana!-
-¿Qué?- desenfoque la vista y vi esferas de agua flotando, al verlas e impresionarme cayeron al piso.
-¿Qué fue eso?-
-Lo hiciste mal, pero lo hiciste bien-
-¿Podía hacer eso desde el inicio?-
-Sí-
-¿Cómo es que no lo sabía?-
-Dudo que mi mamá creyera que estabas lista, además parecías más enfocada en aprender a volar-
-¡Quiero intentarlo de nuevo!-
-¿Sabes que no tenemos mucho tiempo verdad?-
-Solo un intento más y ya- él príncipe asintió, a lo que esta vez solo me concentre en hacer el agua de nuestros cuerpos una gran esfera -¡Listo!- cuando vi que lo había logrado me emocione, provocando que cayera con agresividad al piso, mojandome el pantalón y los zapatos del príncipe.
-¡Ten cuidado!- gritó Aker limpiándose los zapatos.
-Perdón- tomé mi vestido y me lo puse, quitándome el pantalón mojado, con el vestido ya puesto, el príncipe Aker se puso de nuevo su chaqueta de príncipe y la abotono; me cargó de nuevo y me llevó volando de vuelta al castillo, según el ya no me iba a cargar.copy right hot novel pub