-¡Wow es uno de sus mejores trabajos! sin duda le quedan muy bien las personas ¿le gustaría pintarme algún día solo a mí con mi armadura?-
-Claro, serían 20 monedas de oro-
-¿Qué?-
-Estoy bromeando- me empecé a reír, un guardia fue a buscarnos y entre él y Einar llevaron mis cosas de vuelta al castillo; les devolví el bebé a Evan y a Jenny -tu nene es muy tranquilo- le dije a Jenny.
-Siempre es muy tranquilo cuando está contigo-
-Espero que siga siendo así- ambas reímos y al terminar de cenar me fui a mi habitación, Einar se quedó en el castillo. Yo estuve un momento viendo uno de los dibujos que le hice a Aker, entró alguien y guardé los dibujos rápidamente, hasta vi al abuelo Filip.
-Ah, es usted-
-Hola- sonrió, golpee la cama esperando que se sentara ahí, junto a mí.
-¿Qué le regaló a mi bebé?-
-No lo digas así, alguien podría escucharte y malinterpretarlo-
-Sí, perdón-
-Pero solo es un consejo, tú has siempre lo que creas correcto, sigues patrullando en el pueblo ¿verdad?-
-Pero solo poquito- dije riendo.
-Esa es mi niña-
-¿Por qué nunca me regaña?-
-Entiendo todo lo que haces, sé las razones de la mayoría de tus acciones y si no, espero la explicación y todo cuadrará, pero no deberías siempre explicar lo que haces y no a todos, no te gastes, si no entendieron así déjalo, pues hay personas que aunque les expliques infinidad de veces, nunca entenderán y no les harás cambiar de opinión-
-Gracias ¿De qué hablaron esta tarde?-
-Tranquila no todo fue sobre ti-
-¡Entonces si hablaron de mí!- entré en pánico.
-Espera, no fue nada malo. Solo sobre tu enamorado Aker, un tal Frederick, el buen trabajo que has realizado como reina- yo me sonrojé- y del rey kevin –me puse pálida –tranquila no les dije nada, no me corresponde.
-¿Cree que sea necesario decirles?-
-Lo dejo a tu criterio-
-No sea así, ayúdeme-
-Tú debes cometer tus propios errores-
-¿Ni aun que sea una ayudita?-
-No creo que ellos puedan hacer mucho si les dices, pues no hay pruebas de que fue el rey Kevin quien quiso secuestrarte, pero es bueno ser sincero con las personas que te apoyan y te cuidan, es tu decisión-
-Gracias, sus palabras siempre me hacen sentir mejo y que podré siempre encontrar la respuesta, aun que no siempre me guste, pero gracias- lo abracé.
-Bien, te dejo admirar a tus dibujos- yo comencé a reírme, me recosté en mi cama, sin destenderla, no me di cuenta de cuando me quedé dormida, pero en el sueño sentí un dolor en el pecho y un intenso aroma a sangre, no sabía que estaba pasando, cuando desperté ni siquiera recordaba que había soñado, estaba un tanto desconcertada, y fue ahí cuando recordé que no había ido a patrullar. Ya volando sobre mi pueblo no vi a nadie afuera, tampoco vi Deus rondando, así que me dirigía a mi castillo, hasta que sentí que algo no andaba bien, podía sentir el corazón de alguien latiendo a gran velocidad, estaba segura de que no era de una persona, volé lo más rápido que pude hacía ese lugar, pero no encontraba a nadie, agudice mi oído pero seguía sin encontrar alguna pista, entonces escuché susurros.
-Eir- ¡Aker! Volé inmediatamente concentrándome en su voz, era débil y fui hacia él, repetía una y otra vez la misma palabra, mi nombre.
-¿Aker?- grité lo más alto posible.
-No grites- Escuche a alguien detrás de mí, voltee y el príncipe Aker estaba boca arriba, con demasiada sangre y heridas, sus alas no tenían algunas plumas, me tapé la boca involuntariamente.
-¿Qué te pasó?- lo traté de enderezar para llevarlo al castillo.
-Espera, no me muevas mucho, me duele todo el cuerpo-
-Te llevaré al castillo, ahora tu cabello tiene mechas rojas- el rió y luego se quejó del dolor.
-Fue un buen chiste-
-¿Ya no te siguen atacando?-
-No pero hubieras visto cómo quedaron los otros- tosió y le salió sangre de la boca- realmente estaba muy mal, yo lo cargué como pude y lo llevé a mi habitación, pues si lo veía alguien del personal podría asustarse demasiado.
-¿Ahora si me explicas?-
-No me dejes en tus sabanas, las llenaré de sangre-
-Hay un baño en mi habitación ¿Quieres un poco de sangre?- lo dejé en mi bañera, no la usaba seguido, me gustaba bañarme en un baño más grande fuera de mi habitación, pero esta vez realmente la necesitaba.
-Gracias- le acerqué una copa y una jarra llenas de sangre –no te muevas de aquí, regreso enseguida- fui corriendo, no sabía si decirle a Einar o al abuelo Filip, pero me decidí por Einar, podría prestarme algo de su ropa, primero toque despacio –Einar- susurre, toque más fuerte, era probable de que estuviera durmiendo, toqué aun más fuerte pero nadie contestaba, lo siento Einar, espero que no te estés bañando o algo así; entré forzando la cerradura, se levantó de repente y desenvainó su espada –Soy yo, tranquilo- cerré la puerta.
-¿Qué hace aquí tan tarde?- acomodó la espada y se recostó de nuevo.
-Necesito que me prestes algunas de tus prendas- se levantó otra vez.
-¿Para qué?-
-Am, no entres en pánico, pero yendo a patrullar me encontré con Aker, demasiado herido y con algunas de sus prendas destrozadas y lo traje pero necesito tu ropa, no le puedo poner algo cubierto de sangre después de bañarse- lo dije demasiado rápido.copy right hot novel pub