-Estoy feliz y siento que es demasiado bueno, una de las mejores cosas que me han pasado hasta ahora- suspiré un poco angustiada.
-¿Pero?- yo la miré confundida –lo dijo como si hubiera un pero- volví a suspirar.
-Siento que algo anda mal-
-¿A qué se refiere?-
-No lo sé, algo me dice que es demasiado bueno para mí y después de todo lo que hice lo creo aun más-
-No diga eso majestad, merece ser feliz y estoy segura que será una boda hermosa que recordará para siempre y atesorara en su corazón y nada ni nadie podrá impedirlo- dijo demasiado decidida, se veía tierna.
-Gracias- le sonreí.
-Por cierto su vestido va quedando hermoso-
-Bueno ya que no dejas el tema de la boda desde hace una semana…¿Qué tipo comida deberían servir?-
-Sería buena idea una pasta y carne o pollo o brochetas o buffet o quizá una amplia variedad de postres, a usted y a Aker les gustan mucho los dulces ¿A qué invitado no le gustaría?- dijo rápidamente.
-Creo que estas más emocionada que yo- dije riendo. Continuamos hablando el resto del camino sobre mi boda y al llegar al reino Tagetes me topé de frente con Aatrox, nos miramos un instante, llenando el ambiente de odio y competición.
-Señoritas mi hermano y yo las llevaremos a sus mesas- el rey Edmon se nos había acercado, me di cuenta que todos a nuestro alrededor se habían percatado de nuestra rivalidad; el príncipe Maveric me extendió su brazo y yo le toqué el hombro y meneando la cabeza, rechazando su acción.
-Veo que la reina Aatrox y usted no se llevan bien- nos retiramos de ahí.
-Y no solo eso- suspiré.
-¿Dónde es su mesa?- yo miré detenidamente a las personas sentadas y de lejos vi a Margaret con su hermano y a Aker en la misma mesa.
-Donde está Aker-
-Su prometido- suspiró.
-Sí- me dejó en la mesa y Aker besó mi mano -¿Dónde está la reina Marianne?-
-Mi mamá ya no quiere asistir a este tipo de eventos, de cualquier modo nunca tuvo buena relación con este reino y sus gobernantes-
-Pero si Carlos es totalmente distinto a su padre-
-Eso es lo que tú piensas, uno nunca sabe qué tipo de gobernantes son, hasta que les dan la corona y sacan a relucir sus peores ideales-
-En eso tienes razón pero Carlos nunca ha intentado atentar contra mi reino o contra mí-
-Estoy seguro que si no estuvieras prometida él te habría obligado a casarte así como su padre- yo solté una carcajada, algunos me miraron pues me reí demasiado alto.
-¿Estas bromeando?- dije en tono de burla.
-Lo digo enserio Iliana-
-Cariño ¿Qué te hace pensar eso? no es Frederick- Aker no se sonrojó al haberle dicho cariño, es más, se molestó por haber sacado a Frederick en el tema –Carlos no siente ese tipo de cosas por mí, es más ni siquiera…-
-¡Con ustedes el rey Carlos Brindly Pakenherd!- el presentador me interrumpió y dejamos de discutir; todos nos levantamos y al sentarnos Aker no me habló durante un tiempo.copy right hot novel pub