Una de las veces que fui al castillo de Aker, el duque Suamer y la reina Marianne estuvieron con nosotros todo el tiempo. Esta vez el duque no era tan animado como cuando lo conocí, parecía estar un tanto serio cuando yo estaba en el lugar; me di cuenta de eso porque antes del desayuno yo no estaba y parecía tener demasiada energía, cuando entré a la habitación pude sentir como cambiaba el ambiente, el cambio era
tan drástico que me daba escalofríos. Aker y yo fuimos al jardín.
-¿Le desagrado a tu…al duque?- cambié repentinamente la pregunta, pues había olvidado por un instante que Lena y otras mucamas nos acompañaban en el jardín.
-No, de hecho le caes bastante bien ¿por qué?-
-Es que a veces pareciera que no me quiere cerca-
-Quizá sea distante, pero tiene sus motivos-
-Bueno entonces ¿Cuándo continuaremos con los preparativos de la boda?- dije sonriente y tratando de cambiar el tema, él miró el castillo.
-No hay que apresurarnos tanto-
-¿Apresurarnos? Aker faltan menos de cuatro meses, debemos enviar las invitaciones mínimo dos meses antes-
-Por eso te digo que no hay que precipitarnos- seguía sin mirarme a los ojos.
-Entre más rápido terminemos es mejor- después susurró algo, pero no pude escucharle porque no había agudizado mi oído -¿Qué dijiste?-
-Nada, era algo que debía recordármelo en voz alta- me sonrió y me besó la mano, entonces fuimos a comer y cuando llegamos el duque y la reina estaban discutiendo, pero se detuvieron cuando nos vieron entrar -¿Está todo bien?- dijo Aker arrimándome la silla.
-Sí solo tuvimos una pequeña discusión- dijo la reina tratando de que ninguno se preocupara.
-Está sangrando- Aker tomó un pañuelo pues el duque sangraba bastante, y corrió hacia él, entonces quitó su mano para que no lo limpiara Aker con su pañuelo, salpicando un poco de sangre en la mesa y cerca de mí.
-Perdón iré a lavarme- el duque se retiró y la reina limpió la sangre de la mesa, comenzamos a comer en silencio y Aker rió.
-Iliana, tienes un poco de comida cerca de tus labios- me miró con ternura e inmediatamente me limpié los labios con la lengua y por consiguiente con una servilleta. Cerré los ojos y sonreí, al abrirlos me sentí transportada a un horrible recuerdo…la muerte de mis padres... vi todo, pareciera como si en ese momento hubiese recordado todo; no eran solo fragmentos como antes, vi con bastante claridad la forma en cómo murieron y quienes participaron, sus gritos, mis emociones…el fuego, la sangre en mis manos y en el piso, la forma en cómo Evil me mordió el cuello y caí al piso...sin embargo, no tenían orden estos recuerdos, pues me confundieron bastante; fue entonces cuando me di cuenta de que estuve mal todo este tiempo… Evil no fue el que me mordió el cuello y después de esa mordida perdí la memoria de ese día, o al menos la mayor parte de -¡Iliana! ¿Estás bien?- regresé a la actualidad y me levanté precipitadamente, tuve que apoyarme después de la mesa porque sentí que se me iban las fuerzas, mi cabeza comenzó a dolerme –si no te sientes bien te llevaré a tu habitación- Aker ya estaba al lado de mí, ni siquiera me di cuenta cuando se levantó, alcé la vista y la reina Marianne estaba parada, se veía muy preocupada. No dije ni una palabra de camino a la habitación- te dejaré aquí y enviaré a Lena; después vendré a verte- Aker me dejó recostada en la cama y se marchó.
Sentía que algo me presionaba el pecho, las lágrimas me salían involuntariamente, mi cabeza me dolía tanto como si estuviese por estallarme, me costaba respirar y no dejaba de preguntarme ¿Cómo es que estos recuerdos volvieron a mí tan repentinamente? ¿Y por qué justo ahora? Entonces alguien entró y dejé de pensar tanto.
-Perdone majestad se me olvidó tocar- dijo apenada y al verme llorando cerró la puerta rápidamente.copy right hot novel pub