Hace mucho tiempo en un hermoso reino, llamado Nelumbo una mujer por una discusión con sus padres se fue de casa de forma precipitada sin intenciones de huir; esta mujer no era una chica normal su nombre era Hannah Vevas y era un vampiro. El día que ella huyó, terminó conociendo a un joven demasiado apuesto y amable pero lo que no sabía es que se había encontrado con el sucesor de ese reino, el príncipe Yohan Antoine Wirmount.
A estas alturas ya se han de imaginar de quienes hablo, pero yo continuaré con la historia desde ahí.
Ambos jóvenes comenzaron a amigarse, ella solía visitarlo y cuando se enamoró de él y descubrió que era mutuo, es decir, cuando se confesaron y antes de comprometerse ella tuvo que tomar una decisión difícil: dejar atrás su hogar o jamás volver ¿Qué hubieran hecho ustedes? El amor es algo encantador pero difícil, intangible pero puedes sentir como te llena por dentro.
Regresando al tema principal…La señorita Hannah se terminó casando y al poco tiempo teniendo a una linda hija llamada Iliana Eir Ayla Wirmout, mitad vampiro mitad humana. Cuando Hanna y el príncipe Yohan se casaron, él ya había sido coronado anteriormente y su madre había engendrado al heredero de otro reino cercano (Helianthus) ya que él rey de ahí no tenía ni esposa ni hijos; a mi parecer fue una buena estrategia.
Poco después de que tuviera a su pequeña, la reina Hannah conoció en una celebración a una reina demasiado hermosa y que al instante notó que era un vampiro; al principio fueron mutuamente hostiles pues hay que tomar en cuenta que los vampiros diferentes no se relacionan y con diferentes me refiero a vampiros de agua, de fuego, de aire y de tierra, son inclusive más hostiles cuando se encuentran a un vampiro de Fuego, son demasiado odiados o rechazados, y más los híbridos.
-Amor mío, te presento a la reina Marianne Gaia de Antonaur, ella sola lidera un reino y tiene un hijo tres o cuatro años mayor que nuestra pequeña- le dijo el rey Yohan a su esposa, con su niña en brazos.
-Un placer majestad- dijo la reina Marianne mirándola fijamente.
-El placer es mío, yo soy la reina Hannah- tiempo después de la celebración ambas reinas continuaron hablando y cuando el rey Yohan se acercó a ellas las vio demasiado enérgicas.
-¡Ya te dije! Todos son iguales- dijo la reina Hannah, ambas rieron.
-Sí pero creí que por vivir en lugares distintos serían un tanto diferentes- contestó la reina Marianne.
-Para nada, estar cerca de un rio no te vuelve distinto a si vives cerca del mar- ella se refería a las regiones donde viven los vampiros de tierra y dónde lo hacen los de agua.
-Son demasiado duros con los híbridos-
-Y con ellos mismos- continuaron riendo.
-Cariño, ya se fueron todos- el rey Yohan se acercó a la reina Hannah.copy right hot novel pub