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QUIÉREME COMO YO TE QUIERO

Capítulo 59: ¡Lucas, todos están mirando!

La sala privada estaba vacía.

Olivia se apoyó en la pared con la cintura firmemente rodeada por un par de brazos fuertes de Lucas y contuvo la respiración sin apenas atreverse a hacer un gran esfuerzo para respirar.

Tras un largo momento, los ojos de Lucas se fueron calmando.

La garganta del hombre se deslizó hacia arriba y hacia abajo por un momento, resistiendo el impulso de tirarla justo en ese momento. Cogió la suave y delgada mano de la mujer, y dijo con voz profunda:

—Vamos, cariño, salgamos juntos.

El corazón de Olivia se apretó y, como una marioneta, dejó que esa fuerte mano tomara la suya y le siguió.

Era como si, de repente, ella también pudiera ser protegida por Lucas por una vez.

La puerta de la sala privada se abrió y el parloteo de las mujeres del exterior se detuvo bruscamente, girando la cabeza para mirar al hombre que estaba junto a Olivia, vestido con un traje caro.

Justo antes, Susana y los demás habían comprobado en secreto en sus teléfonos móviles que Lucas estaba casado, sólo que la identidad de la señora Montenegro siempre había sido un misterio en la Ciudad S.

¿Quién iba a pensar que esta persona sería su colega, Olivia?

—Olivia... No... señora Montenegro... Lo siento... Fui yo la equivocada... Es que eres, que la señora Montenegro solía ser demasiado discreta.

Susana estaba preocupada de que Lucas le hiciera algo por el incidente y se apresuró a disculparse avergonzada ante Olivia.

Al pensar en los comentarios sarcásticos que acababan de hacer sobre el marido de Olivia, que era impotente y era un hombre pobre. ¡Querían golpearse la cabeza contra la pared!

Olivia enganchó los labios, sus ojos se dirigieron al hombre que la sostenía en sus brazos y dijo suavemente:

—Cariño...

—Cariño... ¿Qué pasa? —Lucas giró la cabeza y levantó la mano con un suave movimiento para alisar el pelo de Olivia en las sienes de sus orejas.

La interacción amorosa entre ambos ignoraba por completo a Susana y a los demás e hizo que varios de ellas quisieran desmayarse en el acto.

Sin embargo, tanto si estaban enfadadas como si no, sólo podían guardárselo para sí mismas. En la Ciudad S, ¿quién se atrevería a mirar a Lucas abiertamente?

—Cariño... Quiero contarte algo divertido... Hace un momento mis colegas, al ver que no venías, dijeron que tú... —Olivia se sonrojó avergonzada, miró deliberadamente la cara distorsionada y enfadada de Susana y bajó la voz—. Que eres impotente en la cama...

—¿Impotente? —Los ojos de Lucas se hundieron y dijo—. Cariño, sabes mejor que nadie si soy bueno o no.copy right hot novel pub

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