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QUIÉREME COMO YO TE QUIERO

Capítulo 71: Olivia, será mejor que no desafíes mi paciencia

Hubo un largo silencio en el coche.

Olivia agachó la cabeza, oyó que Lucas no le respondía y, justo cuando levantó la vista, se dio cuenta de que el hombre la miraba fijamente.

—¿Qué haces…? ¿He dicho algo mal?

Lucas la miró profundamente y se burló,

—¡Ja! Olivia, cuánta consideración por tu parte. ¿así que debería agradecerte ahora?

—Siempre te he tenido en consideración… Si vuelves conmigo a la familia Pomar como mi marido. Cuatro años después, si acompañas a Aura, ¿Quieres que la gente nos vea como una broma?

La idea de que, dentro de cuatro años, su matrimonio se acabaría y él estaría con su hermana le rompía el corazón. Lucas la miró y luchó contra el impulso de matarla.

¡Sin corazón era la palabra perfecta para describir a Olivia!

Al ver que Lucas no respondía, Olivia se puso un poco nerviosa, preocupada de que realmente estuviera intentando buscarle problemas a la familia Pomar.

—De todos modos, tengo que hacer algo mañana y no puedo ir. No iré…

La expresión de Lucas era fría como un bloque de hielo. Sólo después de un largo rato dijo,

—Entonces aplaza tu asunto, tendrás que ir mañana.

—Lucas… No seas irracional, de verdad que tengo algo que hacer mañana y no puedo ir.

Olivia frunció el ceño con fuerza.

—Ya basta, eres demasiado ruidosa.

Lucas la miró fríamente y cerró los ojos.

Olivia intentó decir algo más, pero no pudo.

En el camino de vuelta a la Villa Montenegro, dentro del coche, el hombre no dijo ni una palabra más, pareciendo tranquilo y relajado.

Por el contrario, Olivia, que estaba sentada a su lado, se mostraba cada vez más ansiosa e inquieta. Cuando el coche llegó a la Villa Montenegro, Olivia no tuvo prisa por bajarse. Miró apenada a Lucas, esperando que retire su idea de ir a la familia Pomar.

—Presidente, hemos llegado.

Ignacio, que iba en el asiento del conductor, detuvo el coche. Llamó respetuosamente a Lucas y volvió a apartar la vista, sin atreverse a mirar.

A su debido tiempo, los ojos de Lucas se abrieron.

Olivia, que había estado esperando cerca, vio la oportunidad y se apresuró a suplicar, —Lucas, mañana…

—¿Tengo que repetirlo? Este asunto no es negociable —dijo con frialdad.

El corazón de Olivia tocó fondo al oír sus palabras y, sin albergar más esperanzas, empujó la puerta del coche, salió y se dirigió a la Villa Montenegro.

Detrás de ella, el hombre la siguió.

Olivia se fijó en él y devolvió la mirada sorprendida al rostro del hombre, que era impresionantemente guapo a la luz de la noche.

—¿Tú también… vas a volver a Villa Montenegro hoy?

—¿Qué pasa… ¿Tengo que informar a la Señora Montenegro cuando vuelvo a mi casa? —Lucas enarcó una ceja y dijo coquetamente.

—No… —Olivia negó con la cabeza. Cómo se atrevía a dejar que le informara.

Toda la Villa Montenegro, los sirvientes de aquí, le pertenecían, incluyéndola a ella.

—Señora Montenegro, parece usted muy disgustada que vuelva su marido.

Para entonces, Lucas se había acercado a Olivia.

Sus ojos se posaron en su cabeza y le vino la inesperada idea de frotarlo.copy right hot novel pub

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