Mi piel erizada por el frio me despierta. Tanteo a mi alrededor sin abrir los ojos en busca de la sábana, al moverme noto al amplio espacio vació junto a mí, abro mis ojos, la penumbra a mi alrededor me envuelve, pero me permite ver que Andrew no se encuentra en la habitación.
Me siento y froto mis ojos, rodeo mi cuerpo semidesnudo que vuelve a erizarse por el frío, gateo hasta donde está la sudadera que Andrew me presto y me la coloco. Al poner mis pies en el frío suelo vuelvo a elevarlos en el aire, los coloco y dejo que se acostumbren al frío, luego me levanto y camino hacia la puerta, giro el pomo y salgo de la habitación.
Sigo por el pasillo dejando las escaleras atrás, camino hacia la cocina, pero esta desierta, aunque noto una botella de whisky sobre el mesón vacía. Salgo de la cocina y abro todas las puertas que consigo hasta llegar a la sala, me devuelvo y subo las escaleras que dan a la piscina, al llegar a la puerta, y mirar a través de ella, veo a Andrew sentado en una silla mirando la piscina fijamente, aún está en bóxer.
Tiene un vaso de vidrio en la mano con un líquido ambarino, se lleva el vaso a los labios y se toma el contenido de un solo trago. Su postura me hace saber que no se siente bien, además no había visto beber a Andrew y está en bóxer afuera, estoy segura que está helando. Tomo aire y abro la puerta, en seguida el frío me paraliza. Camino apresuradamente hasta él, cuando me ve una sonrisa triste se dibuja en sus labios, levanta su vaso vacío y me dice
— ¿qué haces despierta? — su voz suena lenta y está arrastrando las palabras, creo que está ebrio, y me sorprende. Coloco una de mis manos sobre su hombro y al tacto este súper helado, en seguida una alarma se enciende en mi cerebro y le respondo
— Andrew por amor de Dios, estás congelándote, venga vamos a entrar...— sus ojos vuelven a fijarse en la piscina y susurra
— ve a dormir... luego te alcanzo...—
Suspiro y siento como el frío comienza hacer que mi cuerpo tiemble. Me agacho y tomo el vaso de la mano de Andrew, tomo su mano y tiro de él para levantarlo, el no ofrece resistencia, cuando se encuentra en pie se tambalea ligeramente y luego me dedica una mirada llena de angustia, dolor y tristeza.
El corazón se encoje en mi pecho y siento como lagrimas se acumulan en mis ojos, odio verlo así. Tiro de él y comenzamos a andar hacia la puerta, la abro y el ligero cambio de temperatura hace que me estremezca un poco. Bajamos las escaleras, abro la puerta de su habitación y lo siento en el borde de su cama, me siento junto a él y acuno sus mejillas en mis manos, hago que sus ojos me encuentren y le pregunto
— ¿qué ocurre? — él sonríe con tristeza y me responde
— lo de siempre no puedo dormir— acaricio sus mejillas con ternura y le pregunto nuevamente
— ¿pesadillas? — él asiente y aparta sus ojos de mí, suspiro sin dejar de tocarlo, luego lo envuelvo en mis brazos y le susurro
— ¿y para qué el whisky? — él sonríe un poco más y me responde con amargura
— para intentar ¿olvidarlas? — vuelvo a suspirar y le digo
— entiendo ¿está funcionando? — una sonrisa se escapada de sus labios y niega con la cabeza, hago que sus ojos vuelvan a verme y le digo con una sonrisa triste
— entonces, dejemos el whisky ¿sí? — él asiente y toma mis mejillas, acaricia su nariz con la mía lo que me recuerda que debo meterlo a la ducha para que su cuerpo entre en calor.
Le doy un cálido beso en la frente, me levanto y voy hasta el cuarto de baño, busco el interruptor para encender la luz y pues me sorprendo al ver el tamaño de la estancia, es más grande que el comedor de mi casa. Sonrío y camino hasta la ducha, la abro y dejo que corra el agua hasta que salga caliente, salgo nuevamente a la habitación tomo su mano y tiro de él para que se ponga en pie.
Caminamos sin apartar nuestros ojos, cuando estamos cerca de la ducha, me giro terminando con nuestro contacto visual y lo guío a través de la puerta, entro tras él y lo empujo un poco para que se acerque al agua caliente. En cuanto el agua caliente entra en contacto con su piel se estremece y cierra los ojos, dejo que el agua lo empape y lo caliente, luego me acerco a él y lo abrazo con fuerza y le susurro mientras el agua moja nuestros cuerpos.
— todo va a estar bien Andrew... no estás sólo...— sus manos rodean mi cuerpo y me estrecha contra sí, pasan algunos minutos que se me hacen eternos y luego le digo
— venga Andrew, vamos a ponerte algo cálido, vas a resfriarte..copy right hot novel pub