Modo oscuro
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Seducida por un extraño

Capítulo 10 Playa, risas y algo más (III)

—Y esta elegante y hermosa mujer que está aquí es Rita, ella es mi todo.

Al terminar le planta un sonoro beso en la mejilla y la mujer le da un golpecito sobre el brazo, se vuelve a mí y me dice

—Solo soy su ama de llaves.

Matt frunce el ceño y niega con su dedo índice

—No solo eres mi ama de llaves, eres más como mi madre la verdad.

La mujer se ríe y le da otro golpe en el brazo, luego Matt continúa.

—Rita ella es Asier.

Rita voltea a verme con los ojos como platos y luego mira nuevamente a Matt y de nuevo a mí y dice

—Entonces tu eres Asier —vuelve a mirar a Matt y le pregunta— ¿esa Asier? de la que llegaste hablando ayer como loco.

Matt se sonroja un poco y asiente, si él está avergonzado, yo estoy más roja que un tomate maduro, ella me ve y sonríe cálidamente, se acerca a mí, planta dos besos en mis mejillas y continua.

—Un placer querido, Matt no paro de hablar de ti ayer en cuanto llego, y ahora entiendo por qué eres una hermosura.

Aún más apenada, respondo los besos y le contesto.

—El placer es mío Rita y muchas gracias.

Rita se separa de mí y pasa por mi lado hacia el garaje, abre la puerta y observa hacia dentro, luego cierra la puerta y le dice a Matt apuntándolo con un dedo.

—No hagas desastre en el garaje, ve y pon los cascos en su lugar.

Matt se echa a reír, recorre la distancia que lo separa de Rita trotando, entra al garaje y no lo veo por unos momentos, durante ese tiempo, Rita se gira hacia mí, pone los ojos en blanco y me susurra

—Si no fuera por mí esta casa sería un desastre, no tienes idea de lo desordenados que son los hombres.

Matt esta detrás de ella y contesta a su comentario que estoy segura, creyó que él no había escuchado.

—No soy desordenado, bueno quizás un poco, pero no tanto como tú dices, la cosa es que tú eres maniática del orden, es todo.

Rita le da otro golpecito a nivel del pecho y le dice

—Si, si, si basta termina de hacer pasar a Asier a la casa, ya me ocupo yo de los perros, por cierto ¿por qué hueles a playa?

Matt comienza a reírse, le da otro beso en la mejilla a Rita y le dice,

—Tranquila, ve a casa ¿sí? sé que hoy tenías planes y te mantuve casi todo el día aquí perdona, es solo que surgió algo muy importante.

Rita me ve y lo ve a él con cara de si, ya veo que fue lo importante en ese instante me siento terriblemente culpable por lo que comienzo a disculparme con ella.

—Ay Rita, discúlpame, no tenía idea de que Matt te tenía en su casa y de que tu tuvieses planes, la verdad es que no sabía nada de nada, pero es que necesitaba que Matt pasara por mí y bueno, ¡ay no dios que pena, me disculpas por favor!, en serio yo… —Rita comienza agitar unas de sus pequeñas manos y comienza a reír y me dice.

—Querida, querida, para ya mis planes los sábados son preparar pasteles para mis nietos y jugar canasta con unas amigas, así que tampoco fue que me perdí de mucho, además no puedo dejar solo a mi pequeño Matty, menos después de estos dos largos años sin verlo, aunque efectivamente el sí puede dejarme a mí.

Rita vuelve a darle un golpecito a Matt en el brazo y este finge que le duele, para luego volver a reír, pasa por su lado y le dice ya más serio.

—Asier estaba en apuros, tuvo que ir a casa de Andrew, las cosas no salieron muy bien, así que fui por ella.

En cuanto Matt menciona a Andrew, mi corazón se nubla y la alegría que estaba sintiendo es reemplazada por un intranquilo sentimiento de pesar. Por su parte el rostro de Rita se vuelve duro y molesto.

—Ah haber empezado por allí, ese muchacho es, ese muchacho es...copy right hot novel pub

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