Toque dos veces su puerta, estoy algo nerviosa nunca he estado en la oficina de Andrew, espero que no vaya a ponerse pesado, hoy no es un muy buen día y yo estoy de mal humor así que seguro sería una colisión de mundos si llegamos a pelearnos, al cabo de unos segundos su voz responde al otro lado de la puerta
—Adelante.
Abro con cuidado, me giro para cerrar la puerta, cierro mis ojos y respiro profundo para encarar al Capitán de Hielo, en cuanto volteo y abro mis ojos, mi mandíbula cae inmediatamente sobre mi pecho, estoy rodeada de agua, peses, colores, arrecifes, wow esto es increíble, si el submarino es hermoso esto es... indescriptible, solo estoy contemplando las paredes de la oficina de Andrew que son transparentes en su totalidad, el exterior está iluminado por luces desde diferentes ángulos por lo que puedes observar con detalle lo que ocurre fuera, hay peses de muchos colores, algas, arrecifes que se unen al cristal, es realmente hermoso.
Finalmente comienzo a mirar a mi alrededor junto a la puerta hay un estante, con puertas de vidrio, en ese lado esta una cama individual, con sabanas azul marinas, bien hecha, con cojines de diferentes colores y un par de almohadas, más allá esta un mesón con estantes y en el medio de la habitación, un escritorio donde Andrew está sentado viéndome con expresión divertida y una sonrisa de satisfacción en el rostro.
—De todas las reacciones que he visto de personas que entran aquí, la tuya ha sido la mejor ¿te sorprendes fácilmente no?
Me dijo sonriendo ampliamente y pues mi mal humor acaba de esfumarse por completo, entre la hermosura que me rodeaba y la enorme y maravillosa sonrisa de Andrew no pude pensar en que rayos había estado molestándome durante toda la mañana, porque seamos honestos, con esta belleza a mi alrededor y este Dios de los mares mirándome y sonriéndome de esa manera quien rayos iba a seguir enojado, di unos cuantos torpes pasos en su dirección, cosa que le divirtió aún más, con un gesto de su cabeza me indico que me sentara en una de las sillas delante de él, cosa que hice, volvió su mirada al ordenador.
—Dame unos minutos, necesito responder un mail y ya conversamos.
Simplemente le sonreí y seguí detallando mi alrededor, su escritorio era de vidrio, con patas en metal, muy bonito, al otra lado de la sala estaba un mueble grande y mullido, de color azul marino, una mesita pequeña también de vidrio frente a este y al extremo opuesto una tv más grande que la que teníamos en casa Dani y yo reposaba sobre un pequeño armario donde, podía ver, conchas de caracoles, algunas revistas, fotografías en marcos, eso llamo mi atención y mucho, mientras estuve en su departamento no vi ni una sola foto, tampoco fue que tuve mucho tiempo de mirar pero esta oficina estaba acomodada y diseñada con más personalidad de lo que vi en su casa.
Por lo que me puse de pie y me acerque al mueble y tome uno de los marcos, en la fotografía estaba un Andrew sonriendo en medio de dos personas, una mujer y un hombre de inmediato comprendí que eran sus padres, había cierta similitudes entre ellos, Andrew definitivamente tenía la sonrisa de su madre y los ojos de su padre, se veían felices a rebosar, acaricie la foto con mis manos y la deje donde estaba luego tome otra que estaba junto a esa, en esta aparecía un Andrew muchísimo más joven en short, sin franela junto otros jóvenes, reconocí a Sophi y a Matt de inmediato, no habían cambiado nada solo eran más maduros ahora.
En la foto estaban dos jóvenes más, uno de ellos tenía la misma linda sonrisa de Sophi por lo que asumí que debía ser su hermano Anthony, el otro no tengo idea de quién es, todos tenían ropa de playa pero estaban parados frente a una piscina enorme y todos sonreían ampliamente, todos menos Matt que se veía un poco ausente, pero la foto era una linda foto, sonreí por verlos juntos y por ver que en algún momento de sus vidas llegaron a compartir, un ruido a mi espalda me hizo volver a la realidad y cuando aparte la vista de la fotografía, Andrew estaba a mi lado mirando la foto con cierta tristeza en los ojos, la tomo de mis manos y la miro por unos segundos, sonrió.
—Tenía 19 años cuando tomamos esta foto, fue un año antes de que mis padres murieran, siempre estábamos juntos, éramos como una banda de locos, siempre nos divertíamos juntos, incluso Matt.
Suspiro y dejo la fotografía en su lugar, que haya mencionado a Matt sin un insulto antes de su nombre me sorprendió y mucho, pero al inclinarse y dejar la foto, vio la de sus padres y sonrió más ampliamente, la tomo y me la entrego y dijo con orgullo.
—Ellos son mis padres, la foto la tomamos el primer día en la universidad, estaban muy orgullosos, no paraban de reír y decirme que sería el mejor oceanógrafo que alguna vez había existido.
Su sonrisa es amplia, divertida, linda, cálida, estoy embobada viendo esta nueva cara de Andrew, una de las tantas que por lo visto tiene, poco a poco deja de sonreír y suspira, se agacha y deja la foto sobre el mueble, se endereza y se gira para mirarme, en sus ojos veo tristeza, pero al detenerse en mis ojos un brillo aparece en estos deslumbrándome.
De sus labios se escapa una sonrisa, esa sonrisa cálida y hermosa con la que miraba la fotografía de él y sus amigos, una de sus manos sube a mi mejilla y la acaricia, luego con su pulgar traza la línea de mis labios suavemente, cosa que lo obliga a morder su labio inferior, a mí las piernas no me dan son de gelatina, mi corazón hace mucho que exploto de latir tan rápido, Andrew desciende su mano por mi cuello y lo escucho decir bajo.
—Tan hermosa.
Se detiene en el comienzo del escote de mi blusa y retira la mano, la mete en su bolsillo y suspira, el aire expulsado de su boca choca contra mi rostro, huele a menta y a café, sonrió porque es una combinación extraña, pero huele bien, nos miramos unos interminables segundos a los ojos y finalmente él se gira rodea la mesita de vidrio y se deja caer sobre el sofá, esconde su rostro entre sus manos por unos segundos y luego estruja su cara con estas, terminando por pasar sus manos por su cabello que está un poco más largo, aparta la mirada del suelo y me ve, luego me indica que me siente a su lado, pero camino hasta él y me agacho frente a sus piernas, cosa que lo sorprende y lo hace echarse atrás, sonrió porque al parecer no soy la única que la cercanía la descoloca, tomo sus manos y las apoyo sobre sus rodillas.
—Lamento mucho lo de tus padres, no me imagino lo difícil y lo duro que fue para ti, perderles, se veían muy unidos.
Sus intensos ojos están escudriñando mi rostro, llenos de sorpresa y pesar, le dedico una pequeña sonrisa, me levanto y me siento en la mesita aun frente a él, le digo.
—¿Y para que me llamaste?
Él me sonríe y niega con la cabeza, respira profundamente y se deja caer sobre el espaldar del sofá, sin apartar los ojos de mí, luego rasca un costado de su nariz y luego toma uno de los aros que está en su oreja lo hace girar y aparta un instante la mirada de mí y mi sorpresa no puede ser mayor, Andrew Richardson está nervioso y nada más y nada menos que por mí, esto me hace reír, el también ríe y me pregunta un poco dudoso, porque la situación es algo divertida la verdad.
—¿Que? —su pregunta me hace reír aún más.
—El gran Andrew Richardson está nervioso —suelto entre risas.
Al instante escucho también sus carcajadas, es uno de los sonidos más lindos que escuchado en mi vida, su risa es genial, es viva, divertida, ruidosa muy ruidosa, cosa que me divierte aún más y rio más todavía, mi abdomen comienza a doler por la contracción que estoy haciendo al reírme, estoy doblada sobre mi riéndome a carcajadas y Andrew esta tumbado sobre el sofá también riendo.
No sé cómo exactamente llegamos a esta situación pero realmente no me importa, estoy amando el momento y no quiero dejar de disfrutarlo...copy right hot novel pub