Miércoles 7:45 am
De camino a Blue Oceans pensaba en mis últimos dos días, habían sido muy similares. El lunes con el tema de Sophi y Matt, el beso, la pelea con él, la nueva cara de Andrew, su ausencia, —que extrañamente me estaba afectando—, me descubrí pensando en él y en lo que paso en su oficina varias veces, por lo que me reprendía mentalmente para sacarlo de mi cabeza, seguro que él ni pendiente en alta mar y yo pensando en él.
Por otro lado las cosas con Matt no habían mejorado mucho, el continuo de un humor de perros y yo como el Lunes lo pase tan genial con Kev y Dani que el buen humor me duro bastante. El Martes cuando llegue hablamos muy poco, básicamente de trabajo y cuando intento hablarme de lo nuestro lo corte con su frase célebre "lo siento, pero estamos en el trabajo" y lo deje con la palabra en la boca varias veces, cosa que lo cabreo mas pero si él podía ser insufrible yo también y hasta más.
No por nada mi madre decía que cuando me buscaban me hallaban. Hoy Matt me envió un sms muy temprano, quería que nos viéramos en el mirador, el muy bastardo sabe buscar un buen ambiente. Veamos que tiene que decir, seguro ya estaba allí, los Miércoles entrena aquí y pues seguro que ya anda paseando ese cuerpazo que se gasta por las instalaciones, pero si él ya estaba allí seguro que Sophi también.
Desde el lunes había llegado todos los días temprano, incluso antes que yo, Chris me comento que estaba en plan de acoso/reconquista, que bueno a mi parecer era rebajarse demasiado por un tipo, así se tratara del escultural, dulce y genial Matt.
Aparque el coche cerca de la entrada del edificio, la motocicleta de Matt ya estaba allí y junto a esta el coche de Sophi, "Bingo", pero Dios que pesada, Sophi me cae muy bien pero venga hombre perseguir así al tipo que ya te dijo que nada que ver contigo no solo era humillante es degradante, pero bueno cada cabeza es un mundo, subí a la sala deje mis cosas y subí al mirador, Matt no tardaría en subir quedamos para las 8 y solo faltaban 5 minutos.
Al llegar arriba me golpeo la rica y refrescante brisa marina de las mañanas en Blue, camine hacia el mirador y me senté en uno de los bancos, busque mi móvil para enviarle un sms a Matt, pero termine abriendo la última conversación con Andrew, no sabía nada de el desde el Lunes que había llamado ¿y si le escribía?
¿Será que en alta mar tiene señal en su móvil? seguro que sí, pero que va a pensar si le escribo solo para preguntarle cómo le va, sabrá que estoy pensando en él y no quiero que lo sepa, suspire contemplando la pantalla del móvil y una voz a mi lado me saco de mis pensamientos.
—Sea lo que sea que estás pensando te ha de importar mucho.
La voz de Matt sonó baja, tranquila, me voltee a verlo y Dios, estos hombres de dónde sacan la ropa y como es que todo les sientan tan divinamente bien, siempre pasa lo mismo cuando los veo, quedo lela. Se ven bien con todo, llevaba un jean negro tubito, ajustado a sus piernas, una franela blanca, su cazadora de cuero negra y unos Adidas blancos. Su cabello estaba peinado hacia arriba y su candado ya no tan perfecto estaba acompañado de una barba de un par de días, llevaba unas gafas de sol puestas, todo un puto dios, supongo que me lo estoy comiendo con los ojos porque cuando llego a su cara tiene una sonrisa pícara en los labios.
—Eh, ¿por qué lo dices? —Tengo que saber que expresión tenía.
Estamos hablando de que si pongo cara de preocupación por Andrew estoy perdida.
—Bueno, tiendes a morder tu labio cuando estas concentrada o quieres, bueno deseas mucho hacer algo, además que al gesto lo acompaña una arruga justo aquí —poso su dedo índice en mi entrecejo.
Sonreí un poco el muy tonto vivía detallándome yo ni sabía lo del labio, pero ya era la segunda persona que me lo decía por lo que ha de ser cierto, luego aparto la mano y se sentó a mi lado, corrió las gafas de sol hasta su cabeza y me miro de lado, luego me sonrió.
—¿Y qué pasa?
Su pregunta me agarro fuera de base, ¿cómo que, que pasa, es tonto acaso?, bueno xs vayamos al punto antes que comience a marearme con sus encantos y pierda esta discusión sin siquiera haber empezado.
—Nada, entonces dime ¿qué quieres hablar conmigo? —sus cejas se alzan y se muerde el labio, luego entrelaza sus manos en su regazo y suspira.
—Ya no soporto que estemos así no me gusta, es muy divertido cuando podemos bromear y estamos tonteando con el resto del equipo todo el día. Además que te echo de menos, extraño ver tu sonrisa y tus ojos picaros mirarme, o cuando te suelto una de las mías y te insinúas siendo tan malditamente sexy que tengo que buscar fuerzas de donde no las tengo para controlarme y no saltarte encima y cubrirte de besos.copy right hot novel pub