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Seducida por un extraño

Capítulo 38 Cena y caos emocional (I)

Cuando entre a la sala estaba en completo y absoluto silencio, Chris y Max estaban sentados en sus respectivos puesto de trabajo con los audífonos puestos, sus caras totalmente absortas en lo que sea que estuvieran haciendo, suspire y me acerco a Chris, le doy un toque en su hombro, por lo que voltea a mirarme, se quita los audífonos con aires preocupado y me susurra

—Mierda, la hemos liado en grande ¿no? —suspiro y asiento, luego continua.

—Llego hecho una furia por un instante pensé que me golpearía y todo, porque ni note que estaba cabreado, solo comencé a bromear con él y pues me grito que lo dejara en paz —miro en dirección a la oficina y le pregunto sin apartar los ojos de ella.

—¿Esta en su oficina? —Chris asiente y me susurra.

—Déjalo Asier, no es momento para que entres allí a hablar con él —niego con la cabeza y le respondo.

—Si lo dejo para después será peor, ¿crees que tú y Max puedas bajar al Submarino por si las cosas se ponen intensas aquí?

Chris sonríe y asiente, yo le doy las gracias con un gesto de mi cabeza y me encamino a la puerta, para cuando estoy frente a ella Max y Chris ya han salido de la sala, suspiro y doy un suave golpe sobre la madera, aguardo unos instantes antes de insistir, la voz del otro lado suena fría, distante, malhumorada.

—No estoy para nadie —vuelvo a tocar y susurro.

—Soy yo Matt, ¿podemos hablar? —escucho un ruido fuerte del otro lado una maldición y luego me responde.

—Justo ahora no quiero hablar contigo Asier, por favor vete, si quieres tomate la tarde libre no sé, has lo que quieras.

Suspiro meditando mis opciones, si lo dejo pasar será mucho peor después, sé que Matt puede ser bastante creativo respecto a Andrew y no quiero que se haga malas ideas, porque esto no tiene nada que ver con Andrew, por lo que tomo el pomo de la puerta, lo giro y entro, al hacerlo me quedo en shock en la puerta.

El ordenado espacio que Matt suele llamar oficina está hecho un caos, hay lápices, marcadores, papeles, la papelera está volcada en el suelo, las sillas están dispuestas al azar en el espacio, después de inspeccionar el caos mis nuestras miradas se encuentran, tiene los ojos rojos, como si hubiese estado llorando.

En mi pecho siento una punzada de dolor al notar la forma fría en que me está mirando, hay desprecio en su mirada y aunque no lo crea pensar que Matt me desprecia me duele, ninguno de los dos dice nada por unos instantes.

—Asier de verdad, te pido que te vayas, no quiero que estés aquí ahorita, no quiero decir cosas de las que después puedo arrepentirme y créeme no soy el tipo más paciente cabreado y ahorita mis niveles de tolerancia están en cero. No quiero hacerte daño porque no me lo perdonaría.

Sus palabras llegan, pero no me muevo, no saldré de aquí hasta que resolvamos todo esto, así me lleve la tarde entera hacerlo, suspiro y le respondo en tono tranquilo.

—Lo siento Matt, pero no voy a irme. No hasta que hablemos y resolvamos las cosas de una vez por todas, no podemos seguir así no si queremos llevar la fiesta en paz.

Matt no aparta sus ojos de mí, ambos nos desafiamos con la mirada, luego suspira y me responde.

—De acuerdo Scott hagamos esto. Sincerémonos y arreglemos esta mierda antes de que nos explote en la cara.

Su brusquedad me sorprende, pero bueno al parecer Matt es así de sutil cuando esta cabreado, tomo una de las sillas que supongo arroja cuando entro y la muevo hasta el escritorio y me siento frente a él, luego suspiro una vez más y lo enfrento con voz segura le digo.

—Vale, genial. Si vamos a sincerarnos el que tiene más mierda que soltar eres tu así que adelante te escucho, prometo no abrir mi maldita boca hasta que termines.

El rostro de Matt refleja confusión por unos instantes, pero se recompone al cabo de un momento y toma para aire para comenzar, pero no lo hace, por lo que aparta sus bellos ojos grises de mí y comienza sin mirarme directamente.

—Básicamente sabes todo, así que no sé exactamente qué es lo que quieres que yo te diga —levanto una de mis cejas y le espeto.

—No me vengas con mierdas Williams, dijiste que querías arreglarlo, hagámoslo, suéltalo de lo una vez —Matt vuelve a poner sus ojos en mí, suspira y asiente.copy right hot novel pub

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