Estaba de vuelta en el pasillo que me llevaba a mi nueva plaza, con Scar frente a la puerta 72- B esperando por mí. Se veía seria y algo me empujaba a alcanzarla. Pronunció mi nombre, mi verdadero nombre, llamando por mí y cuando intenté dar un paso adelante el piso se dividió y me empujó hacia abajo y a ella hacia arriba, como si fuera demasiado pesada para alcanzarla.
Peleé ferozmente por subir, para estar donde ella estaba segura pero a la final terminé hundiéndome y ahogándome.
Desperté con todo el cuerpo entumecido, con el pulso acelerado sin saber dónde estaba precisamente.
- Maia ¿me escuchas?- una luz se posó sobre mis ojos cegándome.
- no, quiero volver a casa. Vidra me espera...- dos manos me empujaron hacia abajo con lo que sentí que volvía a hundirme.
- todo estará bien, toma mi mano. ¿Puedes apretarla?
Inconsistentemente lo hice pero sentía como si mi fuerza también me hubiera abandonado.
- déjame ir. -luché con ella pero luego de unos segundos desistí, cayendo sin más fuerzas.
***
Sentía como si estuviera sobre una nube, demasiado anestesiada mientras abría los ojos, aun así todo lo que veía era blanco. Otra vez blanco. Mucho mejor que la pesadilla en la que me encontraba antes de estar sobre esta nube. El aire que respiraba era frio. Llevé una mano a mi cara quitándome la mascarilla que tenía puesta haciendo que este pequeño gesto hiciera latir mi ca-beza.
Una melena doraba bailó en mi vista periferia y noté un rostro vagamente familiar pero hasta que no se hubo acercado por completo no la reconocí. Se veía algo enojada y cansada así que volví a cerrar los ojos esperando a que cuando los volviera a abrir no estuviera odiándome tanto.
- Despertaste, bella durmiente. - poco a poco sentí que la presión en mi pecho bajada aunque todavía el mareada, impidiendo erguir mi cabeza aunque sea un poco.
- ¿cómo llegue aquí?
- Shawn te encontró tambaleándote en el pasillo. Se veía algo pálido, dijo que mencionas-te algo que lo perturbó pero no especificó qué. Diablos Maia ¿en serio? ¿Emborracharte? has caído bajo.
- fue culpa de Scar. - me defendí mientras me ayudaba a sentarme y comprobada mis signos vitales y mi vista de nuevo. Dolía como el demonio cuando la luz pasó de un ojo al otro y me costó un par de minutos volverla a ver con normalidad.
- oh, así que al fin algunos de nosotros ha logrado persuadirte, ¿eh? qué maravilla. - dijo con un claro tono burlón.
- Tengo algo que tal vez evite que sigamos en esta rutina. Dios, mi cabeza. – me doblé llevando debajo de nuevo mi cabeza con una increíbles ganas de vomitar pero dudaba que pudiera ir más lejos que un metro con todo mi cuerpo temblando.
- ¿además de hacerme caso? te sorprendería los increíbles resultados que verías en cuestión de semanas. Tuviste una contusión fuerte en la cabeza recientemente, ¿por qué? - dijo con la miraba fija en su pantalla donde un mapa claro de mi cerebro y todo el desastre que era se mostraba.
Levantó la miraba frunciéndome el ceño seriamente. Desde su punto de vista debía de ser la peor de las pacientes.
- está en mi bolso, lo dejé en la plaza donde dormimos. Si puedo ir por él.- intenté mover mis piernas pero las sentía como gelatina.
- no no, déjame. Te hidrataras, comerás algo y en absoluto te moverás hasta que vuelva. ¿Entendido?
Me empujó de nuevo para que me acostara, y no tuve otra opción que ceder.
- no me odies, prometo compensártelo. - le aseguré cerrando los ojos.
- ¿qué es lo que tengo que buscar? – preguntó.
- Una caja negra de latón.copy right hot novel pub