Mi corazón dio un vuelco al sentir el impacto sobre su cuerpo y ver a las tres figuras erguirse llevando armas, no me esperé a pensarlo y jalé conmigo a Scar haciendo que ambas cayéramos del edificio, maniobrándome lo mejor que podía para ponerla encima de mí pero caímos sobre el concreto sintiendo el crujido de nuestros huesos por el impacto y el peso de su cuerpo sobre el mío antes de perder su agarre y que rodara a un lado.
El bolso con las herramientas se me había incrustado en varios sitios en la espalda salvando por poco que el cráneo se me rompiera por la caída y respiré ahogadamente tratando de rellenar mis pulmones de oxigeno suficiente para intentar erguirme.
Jalé a Scar del brazo para que se levantara pero no tuve reacción alguna. Miré desesperadamente al frente viendo como las tres figuras se asomaban a la esquina del edificio y levanté el arma con el corazón acelerado y disparé frenéticamente hacia ellos rodando hacia un lado hasta apoyar la rodilla al piso.
No podía pensar en el dolor, no ahora, tenía que vaciarme de él. Jale de nuevo del brazo a Scar mientras seguía disparando, esta vez teniendo reacción y sintiendo como se erguía.
- Scar, ¿estás bien? – le grité, siendo más que un farfullo apenas entendible mientras intentaba movernos lejos de las balas que nos disparaban desde arriba.
Dejé de disparar y nos empujé a las dos hacia el orillo del edificio tratando de cubrirnos y recargué mientras miraba el estado de Scar, todavía conmocionada y con una mano sobre sus costillas donde la bala había atravesado su traje.
Maldije internamente y tomé su mano ensangrentado mientras con la otra metía un nuevo cartucho en el arma.
- Óyeme, ¿puedes ponerte en pie y correr? – le pregunté intentando que me mirara. Rogándole al cielo de que pudiera seguir adelante. Scar giró a mí sus ojos grises antes llenos de vida y retadores ahora blandos y cristalinos pero allí sobre el dolor y la desesperación vi su temple. Tomó su arma y se ayudó a ponerse de pie cubriéndose de las balas e hice lo mismo sabiendo que ahora más que nunca contaba conmigo.
- A los escombros ahora. - mascullé mientras escuchaba por algún indicio de los atacantes observando con cuidado hacia arriba antes de tomar una de las granadas, quitarle el seguro y salir lanzándola al aire para que creará un pequeña pizarra de humo. Mientras Scar corría con todas sus fuerzas conmigo detrás hacia los escombros. Disparándole al grupo que se había quedado atrás en la azotea. Scar resbaló con unos escombros pero se recuperó rápido dirigiéndome a una pequeña entrada entre los edificios a oscuras.
Encendí mi linterna y me cambié al principio de la línea sorteando escombros y moviéndonos con cuidado hasta salir a un claro al otro lado de la calle y detenernos un momento. Dejé que Scar se apoyará en la pared detrás y chequeé su herida. Su traje esta todo empapado de sangre y respiraba con dificultad
- Debemos volver ahora. Sería buena idea. – masculló con la respiración entrecortada sosteniéndose con fuerza el abdomen.
Negué haciendo presión sobre su herida.
- Estamos aún más lejos, tenemos que rodearlos y no llegaremos. Tenemos que escondernos y tratar de no llamar la atención.
Escuchamos un grito que resonó por toda la calle a nuestras espaldas y nos giramos ansiosas.
Scar me jaló del brazo acercándose.
- Maia, esa cosa...La he escuchado antes. Tienes que sacarnos de aquí y no dejes que nos atrape. - susurro asustada. La tomé del brazo y cruzamos la calle casi a ciegas hasta el otro edificio donde tiramos de la entrada hasta que cedió y nos dirigimos rápido hacia arriba tratando de poner distancia tanto como podíamos. Subimos tres pisos cuando escuchamos otra vez el grito y como debajo de nosotras empezada a moverse.
Empujé la puerta de lo que parecía una habitación de hotel y la registré rápidamente dejando a Scar en la esquina más alejada de la puerta con vista a la calle por una ventana lo suficiente grande para que intentará escapar. Pero aun así sabía que no tendría la fuerza.
- Ya has hecho mucho por hoy. Ahora quédate aquí e intenta pedir refuerzos a Mark o a Nick.
Tomé su cuchilla aunque se negó y me levanté acercándome a la salida dejando mi bolso atrás junto a ella.
- Maia- me llamó haciendo que me detuviera un segundo.- No me dejes aquí.
Apreté los dientes escuchando pasos provenientes de las escaleras y me gire a verla por el rabillo del ojo.
- No lo haré. Tú eres mi seguro para salir de aquí.
Cerré la puerta y me enfrenté al pasillo donde una figura alta y oscura estaba a unos 50 metros. No era humano. Y tampoco un Rousker normal que existiera aquí. Era eso que habían creado.
Dio dos pasos hacia mí olfateando y me acerqué sigilosamente.
Las balas o el acero que tenía apenas si podían hacerle daño por lo que me había contado Scar.copy right hot novel pub