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Sorpresa de una noche

Capítulo 73: Están a punto de pelear

Erick miró a Eduardo con ojos escarlata.

¡Nunca esperaba que su hermano mayor pudiera decir eso!

Esto obviamente significó que ligaba demasiado con las mujeres, por lo que cualquier cosa podía estar involucrada en las peleas de mujeres.

—Hermano, somos una familia, ¿es esta tu actitud hacia tu familia? —dijo Erick enojado, se levantó de la silla, lleno de aura.

Volvió tarde anoche, pero un pequeño modelo le había dado plantón, y ahora estaba enojado.

—Tú cuentas como mi familia, ¿por qué no lo sé?

Eduardo se sentó en el sofá contento, con sus delgadas piernas dobladas, sosteniendo una taza de café en la mano y levantó los ojos, pareciendo responder con indiferencia una frase.

Ahora el rostro de Erick empezó a temblar.

¡Su hermano siempre le despreciaba!

—Eduardo, ¿qué quieres decir?

Erick no pudo evitarlo, por lo general podía tolerar a Eduardo tanto como fuera posible, pero también tenía temperamento.

Ricardo vio esta escena frente a él, y no había expresión adicional en su rostro.

En cambio, dijo con indiferencia.

—Vosotros dos, idos afuera.

—Abuelo…

Elena escuchó la apertura indiferente del abuelo, sus miradas agudas se movieron alrededor y su corazón latió como un tambor. Si el abuelo estuviera realmente enojado, las consecuencias...

La sala de estar se llenó de atmósfera ofensiva inmediatamente.

Lydia también puso sus brazos alrededor del brazo del abuelo, sintiendo claramente que el abuelo estaba enojado. Rápidamente consoló a Ricardo.

—Abuelo, no te preocupes por ellos, son jóvenes y fuertes, y es inevitable que hablen un poco ofensivos. No soy parcial con nadie, pero la clave es que el abuelo puede enfadarse, no vale la pena arruinar tu salud por el enojo.

—Jaja, siempre hablas cariñosamente.

Ricardo fue convencido por Lydia, volvió a mirar a los dos y dijo con indiferencia.

—Ven conmigo, vamos a escribir caligrafía, ¡no les hagamos caso!

—Vale.

Lydia miró a las dos personas indiferentes, de hecho, era sólo Erick fulminando a Eduardo como una fiera atrapada, y Eduardo seguía sentado en el sofá sin darse cuenta.

Él parecía estar... siempre en estado tranquilo.

La única vez que perdió el control, probablemente fue por la falda.copy right hot novel pub

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