—¿Estás listo ya ?
Veinte minutos después, el sol había subido a lo más alto. Lydia no pudo evitar rascarse la nuca, se estaba muriendo de cansancio. ¡No era un trabajo humano permanecer en la misma posición!
—Vale, vale, ¡espera un poco más!
Al escuchar las palabras de Rubén, Lydia frunció los labios y perseveró, ¡podría soportarlo por el bien de sus hermosas fotos!
Sólo que… tres minutos después, cuando Lydia vio el “dibujo artístico” que Rubén había hecho de sí misma, su cara era más oscura que el carbón.
—¿Esto es lo que dibujaste para mí?
¿Qué demonios?
En el cuadro, un personaje de dibujos animados se encontraba angustiada junto a una fuente.
—Sí, si no hay sorpresas, yo lo pinté.
—¿Dónde está el prometido retrato personal? —Lydia echó humo.
Llevaba casi media hora bajo el sol y lo único que tenía era… esta caricatura.
—No he dicho que treinta sea un retrato.
Rubén parpadeó con sus grandes ojos y la miró con una cara inocente y adorable. Era un artista callejero, y en este momento todavía tenía un poco de histrionismo y un aire extremadamente artístico.
La mano de Lydia se tensó al apretar el papel del boceto.
—Además, este papel me sale caro —Rubén parecía estar harto y empezó a recoger sus cosas, dispuesto a marcharse.
Tampoco parecía tener intención de cobrarle a Lydia.
—Este te lo regalo. Ha sido el destino poder conocerte, jajaja.
«¿Destino?
¡Y una mierda!
Incluso deberían pagarme 300 dólares al día por hacer de modelo, ¿no? ¿Por qué esta persona es tan descarada?»
Lydia metió los treinta euros directamente en el bolso de Rubén, frunciendo los labios.
—Me da igual, te he pagado y me vas a dibujar una buena.copy right hot novel pub