Modo oscuro
Idioma arrow_icon

Un beso de verdad [GRATIS]

Capítulo 73: Venecia

**Continuación del capitulo anterior

Existen muchos lugares del mundo, muchas ciudades y diversos pueblos con sitios muy lindos en donde encontrar privacidad, pero Isaac va más allá de eso.

Supongo que debí suponerlo, él no me llevaría a cualquier sitio y el hecho de subirnos en su jet privado en donde no me dijo el rumbo, sin duda debió alertarme por la situación.

Yo imaginaba que me llevaría a sitios normales, pero no, terminamos en Venecia que curiosamente es una de las ciudades más costosas del mundo, ya sea por sus tiendas, hoteles y restaurantes, incluso el trasporte es caro.

No sé si busca un sitio bonito o si en realidad intenta ponerme nervioso por la cantidad innecesaria de dinero que está gastando solamente por consentirme, aunque debo reconocer que este sitio es bonito y ahora que es de noche lo es aún más.

El hotel donde nos estamos quedando es increíble, la estadía es costosa, pero sin duda sigo alucinando por la decoración y las vistas que tiene, creo haber escuchado que se llamaba "The Gritti Palace" o algo así.

Nosotros llegamos por la mañana, hemos hecho un poco de turismo e incluso acomodamos nuestras cosas en la habitación, también obviamente hemos comido en sitios muy bonitos, pero ahora era momento de descansar.

Bueno, es un decir, ya que en realidad no quería dormirme al nada más meterme a la cama, esta sería la primera vez que compartiré una cama con él, por ende, no deberíamos desaprovechar la oportunidad de estar a solas, además ambos dejamos una situación pendiente y claramente esta vez no habrá nadie que nos interrumpa.

Sé que ese día fue algo más espontáneo, quizás por eso estamos más nerviosos y nos recostamos uno al lado del otro dentro de la cama, descansando luego de caminar un rato por el lugar, sabemos perfectamente que antes de meternos bajo las sábanas debemos bañarnos, sin embargo, yo sé que ambos deseamos preguntar lo mismo.

"¿Quién irá arriba?"

Aquel día en su sofá no lo había pensado, pero luego cuando recordaba nuestro momento no dejaba de pensar en quién hubiese estado encima del otro.

Sé perfectamente que ambos hemos estado únicamente con mujeres, por lo mismo ninguno de los dos ha tomado ese rol.

–Suficiente– dije acomodándome en la cama para verlo– el que la tenga más grande va arriba– agregué sin pensar, haciéndolo reír.

–Muy bien, pero luego no te quejes si pierdes– me aseguró estirando su mano para tomar el teléfono y llamar a los de recepción con tal de conseguir una regla.

Una vez que la pidió, ambos miramos en dirección a la salida con cierta impaciencia, no tardaron mucho en traerla, pero yo lo sentía como una eternidad.

Una vez que tuvimos la regla en nuestras manos, nos sentamos en la orilla de la cama sabiendo que ahora debíamos medirnos.

–¿Estás seguro? –me preguntó viéndome a los ojos.

–Sí– respondí con total seguridad– pero...–lo detuve cuando estaba abriendo el botón de su pantalón– ¿duro o...? –pregunté.

–Duro– respondió.

–Tendría que...

–No tengo problema en estimularte para ponerte duro– me dijo antes de que pudiera decir que planeaba hacerlo por mi cuenta.

En realidad, era mucho mejor, pero eso no quita el hecho de que estaba nervioso por la idea de medirnos el pene, además ¿Quién lo hubiese pensado? Estamos en una ciudad diferente, en un hotel caro a punto de medirnos el pene.

No puedo evitar reír cuando lo pienso, de hecho, sé que a él también le divierte la idea y como ya lo habíamos decidido, nos duchamos de forma separada para tener la prueba final.

Yo sé que existe la probabilidad de que gane, pero como también existe la probabilidad de que pierda, me aseguré de preparar la zona con antelación y no me refiero solamente ahora, sino que me aseguré de estudiar correctamente la situación.

Hacerlo con mujeres es diferente, su punto de placer está más expuesto –por decirlo de algún modo– y claro, en este caso no es así, soy totalmente consiente de que para un hombre es un poco más complicado.

Ya me preparé mental y físicamente, pero sin duda fue un proceso complicado, obviamente quiero ir arriba, tomar el papel de abajo es algo nuevo para mí, por lo mismo, estoy muy nervioso, aunque me aseguré de salir completamente listo del baño.

Más tarde entró Isaac, este parecía más relajado que yo, lo tomaba con más naturalidad y yo seguía avergonzado por el hecho de haberme puesto en cuatro sobre una camilla donde una profesional se encargó de ver cada centímetro de mi cuerpo.

Sé que en realidad no era necesario, pero quería intentarlo y terminé completamente depilado de pies a cabeza antes de viajar hasta este lugar.

–Ag... que humillante– solté en voz alta recordando ese vergonzoso momento.

Isaac salió al cabo de un rato, ahora ambos estábamos con una bata y me hizo olvidar el nerviosismo con sus labios, incluso me recostó en la cama y abrió su bata junto a la mía queriendo quedar ambos expuestos.

Sin duda su cuerpo erizaba mi piel, quería tocarlo por todos lados, llegué al punto de hacerlo rodar por la cama con tal de quedarme encima y buscar la forma de dominar por completo su boca mientras nuestras entrepiernas se rozaban.

Estaba caliente, sus labios me gustan mucho, además la forma en la que gentilmente deslizaba sus dedos por mi cuerpo me encantaba, incluso me sentía feliz de saber que hoy lo haríamos por primera vez luego de un año de relación.

Mis pensamientos cambiaron completamente, en un momento dado deseaba sobrepasar las caricias, pero él me detuvo y como ambos teníamos una erección, puso la regla sobre mis labios como una forma de detenerme.

–A simple vista...–murmuró mirando mi entrepierna– parecen medir lo mismo.

–Acaba con esto– le pedí, por ello me puso bajo su cuerpo y envolvió con sus dedos mi entrepierna e incluso comenzó a masturbarme obligándome a suspirar.

Isaac me miraba con una sonrisa maliciosa, parecía disfrutar del momento casi tanto como yo, incluso estaba retrasando el resultado obligándome a suspirar sobre sus labios tras tenerlo a escasos centímetros de los míos.

–P-Para...–suspiré humedeciéndome por la forma en la que me masturbaba.

–Te verás lindo gimiendo para mí– dijo acompañando sus palabras con una sonrisa divertida.

–Todavía no has ganado...–le aseguré tratando de parar el movimiento de su mano.

–Soy un Daniels, nosotros no perdemos– me dijo soltando una risita.

Yo estaba impaciente, por lo mismo le quité la regla y medí mi erección antes de medir la suya, sintiéndome enmudecido tras darme cuenta de que perdí por tan sólo 3 centímetros.

–Jo...–solté mirando su sonrisa.

–Si quieres paro– me dijo depositando un dulce beso en mi frente.

–No, está bien...– dije bajando la mirada– igualmente ya me preparé mentalmente..copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio