-Mi Junior, anhelaba verte nuevamente - dejó que sus lágrimas cayeran por sus mejillas - dime que es un sueño, dime que no me dejarás nuevamente - sollozo, apretando sus brazos en el dorso de su amado
Junior envolvió sus brazos alrededor de Yanet.
-Yanet, ¿Qué te paso? - ella lo miró a los ojos, alzo su mano y acarició la mejilla de Junior
-Nada mi amor, no me pasó nada. - sus labios formaron una sonrisa macabra - yo estoy bien porque ahora estás conmigo para siempre. ¿No Junior?
-No Yanet. No. Yo no… - no pudo completar la oración, sus labios dejaron de emitir palabra alguna.
- ¿No me amas? - Junior miro a Yanet, intentaba contestar y saber si su Yanet, aquella joven que le quitó el aliento la primera vez que la vio en el ascensor seguía viva. Si seguía ahí.
-Lamentó haberte dejado, pero no quería lastimarte, me sentía como un monstruo - no había ninguna lágrima, pero si una mirada llena de tristeza, culpa y amor - perdóname Yanet perdóname
-Ya no importa Junior, estamos juntos nuevamente, solo importa eso - pero no era cierto.
-No Yanet - Yanet dejó caer sus manos y las cerró con fuerza - tu odio hizo que nuestro hijo esté muerto. Él está muerto. ¿Acaso todo está bien?
-¡Tú no eres mi Junior! - le dio una mirada de odio, de pronto del cuerpo de Yanet salió humo negro - los voy a matar. ¡A todos! - gritó con fuerza antes de desaparecer rodeada por el humo negro.
-Lo lamento - susurró Junior
Y se acercó hacia el cadáver de su hijo.
(…)
Y los días pasaban, todo el reino estaba alerta, Yanet podría regresar pronto y está vez sería diferente.
Aleckey junto a sus soldados buscaban en todas partes a Yanet, en el sur, en el norte, pero nada. Todo era inútil, no había pistas sobre ella.
Y Junior seguía perdido en sus pensamientos, miraba cada tarde el horizonte al lado de la tumba de su hijo, Orión. A quien nunca conoció.
Recordaba y recordaba, la culpa lo invadía y las ganas de retroceder el tiempo eran inevitables.
Pero ¿Qué hubiera pasado si él se hubiera quedado junto a Yanet? Si ese accidente nunca hubiera ocurrido.
-Sabes hijo, la primera vez que vi a tu madre fue imposible no temblar de miedo. Sentía que ella huiría de mí, que ante sus hermosos ojos yo sería un tonto. Pero no fue así. Me casé con ella y aquel tierno matrimonio desapareció.copy right hot novel pub