Modo oscuro
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Una humana para el rey

Capítulo 62– Era hermosa

Miró a su alrededor ya todo estaba listo, pronto partirían y tomaría lo que es suyo.

Llevaba muchos hombres fieles y dispuestos a sacrificar su vida por él.

"Ingenuos" pensó él.

Últimamente escuchaba voces que lo llamaban, voces que reclamaban su reinado, voces que lo alababan, voces gélidas y ariscas.

Recordó de pronto aquella conversación con Yanet, y pensaba en la esperanza de tener a su madre viva.

Ya no estar solo.

Odiaba sentir débil, lo odiaba mucho.

La extrañaba, no podía negarlo, era inevitable no desear sus abrazos, sentir su calor, su amor. Muchas veces se culpaba, se imaginaba a él salvando a su madre, pero era débil y su padre, ese maldito no hizo nada y dejó que matarán aquella mujer que alguna vez dijo amar.

Ahora él había recibido su castigo.

Sintió un leve toque en su hombro y la venenosa voz de Yanet.

-Ya todo está listo Leopoldo, partimos en dos horas y deberías prepararte no podemos perder el tiempo en recuerdos tontos - susurro ella

Leopoldo soltó un suspiro.

-No son recuerdos tontos, son recuerdos hermosos - formó una sonrisa en sus labios - recuerdos de mi madre - murmuró suavemente, Yanet o mejor dicho Beatriz sintió su corazón palpitar al escuchar aquello, su hijo pensaba en ella.

"Hijo mío, realmente me recuerdas" - pensó Beatriz

-Sabes ella acostumbraba cantarme canciones de cuna cuando había tormentas. Me acurrucaba entre sus brazos y su melodiosa voz me calmaba. Mi padre muchas veces también hacía lo mismo que yo, pero de tan solo recordar cuanto le juraba amor a mi madre se me parte el corazón en mil pedazos. Él fue un mentiroso, no la salvó - una lágrima traicionera bajo por su mejilla, cayó al suelo y fue como si el pasado regresará. Beatriz se perdió en los recuerdos.

Años atrás (Flashback)

La noche llegó con una fuerte lluvia, los truenos resonaron y aquel pequeño salió de su escondite.

Corrió en busca de madre, entró a la alcoba y abrazó la pequeña cintura de su madre.

Ella sintió la fuerza que ejercía el abrazó, sonrió ante aquello.

-Ya tranquilo, ven - lo tomó entre sus brazos y tomó asiento cerca de la chimenea, acunó a su hijo y acarició su rostro. Sonrió ante la acción de su hijo, él observaba directamente a su madre con la boca abierta

-Eres muy hermosa mami - ella sonrió - pareces un ángel

-Gracias - susurro suavemente, Leopoldo amaba escuchar la suave voz de su madre

Otro trueno resonó a lo lejos, Leopoldo se acurrucó más entre los brazos de su madre y susurró entre sollozos.

-Tengo miedo mami, me va a comer - limpió las lágrimas del rostro de su hijo y lo observó dándole una tierna sonrisa. Él dejó de llorar y observó tiernamente a su madre.copy right hot novel pub

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