15 de agosto, 2020 (Años antes)

Todo comenzó aquel 15 de agosto, con una joven inocente e ignorante del futuro que la esperaba.

Acomodó sus audífonos y cerró sus ojos dejándose llevar por la música. Cada melodía se introducía calmando sus ansias y aquel extraño hormigueo en sus palmas.

Ella pensó que tal vez era la falta de sueño o simplemente los nervios ante otro nuevo día de trabajo.

El bus seguía su marcha lentamente, lucía medio lleno, personas absortas en sus mundos y leves murmullos acompañando al motor. El cielo yacía nublado, el viento soplaba fuertemente y el otoño se iba. Aves sentían la libertad colarse en sus plumas, cantaban con alegría, pero sus cánticos eran aturdidos por el bullicio del exterior.

El bus frenó repentinamente, se paró de su asiento asustada y corrió hacía la salida, bajó del bus y respiró el aire contaminado.

Con una mueca en sus labios continuo con su camino hasta llegar a un inmenso edificio de ventanas pulcras e inmensas.

Frente a ella yacía un enorme edificio, llevaba por nombre "Wolf Night", una compañía mundialmente reconocida en la industria de la química, física y por tener científicos de alto rango.

Yanet llevaba 2 años de trabajar ahí y era una de las mejores, su mente creaba formulas y formulas sin parar. Amaba la física y la química, pero lo que más amaba era que con pequeñas cosas cambiaba el mundo.

Subió al ascensor y apretó el botón con el número 4, la puerta empezó a cerrarse lentamente hasta que una mano la detuvo.

Entro un joven de cabellera negra y rastros de sudor en su frente, yacía cansando y agitado. Con nerviosismo se adentró evadiendo la presencia de Yanet.

Apretó el botón número 5 y soltó un suspiro mientras intentaba recuperar su respiración.

Yanet se sentía observaba, al voltear aquel joven la miraba anonadado, al ser descubierto solo podía voltear su rostro con rapidez avergonzado, pero agarro valor y pronuncio.

-Me llamó Junior - el joven le extendía su mano, ella lo correspondió sintiendo una corriente eléctrica recorrer todo su cuerpo - un gusto…

-Yanet, Yanet Palao - ambos se miraron por un rato como si el mundo hubiera desaparecido.

Yanet sonrió y aquel muchacho correspondió aquel gesto, pero el sonido de la puerta abriéndose los separo.

Ella salió de ahí con pasó apresurado y tratando de contener sus nervios.

Dentro del ascensor y observando las puertas ser nuevamente cerradas el muchacho pronuncio con anhelo el nombre de la joven.

¡Oh destino!

Si supieran lo que el futuro les espera. copy right hot novel pub