Lilibeth
Han pasado varios días desde que llegue del hospital y en todo este tiempo no volví a ver a la tal Charlotte le he preguntado a Mia por ella, pero alega que se tuvo que ir por lo que sucedió, aunque a decir verdad yo dudo de esto, pero me deja tranquila no tener a esta mujer cerca de mí, sin embargo, no quiero ser una presa fácil para cualquiera que quiera intentar lo mismo así que decido pedirle algo a Massimo durante la comida.
-Quiero ir a mi antigua habitación que rentaba -Me dirijo a Massimo y por un momento me doy cuenta de que le sorprende que me dirija a él ya que desde lo ocurrido con la tal Charlotte lo he ignorado por completo, lo que menos deseaba era hablar con él, pero en verdad necesito algo de él.
-No puedes ir, sabes que no puedes regresar ahí -Contesta con indiferencia.
-Necesito las cosas que dejé ahí, toda mi ropa y mis documentos no puedes negarme eso -Grito y me levanto de mi asiento.
-Alguno de mis hombres te puede llevar a comprar toda la ropa que necesites y en cuanto a tus papeles yo los tengo, pasamos a recogerlos un día después de tu llegada -Me muerdo la lengua para no insultarlo por lo que hizo, pero aún necesito pedirle otra cosa.
-Supongo que gracias, necesito otra cosa quiero que me consigas un entrenador personal -Cruzo mis dedos esperando que acepte -Creo que es lo menos que merezco por cuidar de Alex -Frunce el ceño cuando le digo esto y me mira evaluando mi petición.
- ¿Para qué necesitas un entrenador personal? -.
-Quiero aprender a defenderme, no quiero que me vuelva a suceder lo de la vez pasada y no me digas que tus hombres estarán ahí para cuidarme porque ese día brillaron por su ausencia -Me le adelanto antes de que refute mi petición al sugerir esto último y también me gustaría defenderme de él y patearle el trasero, pero si le digo esto obviamente se negará.
-Bien en eso tienes razón, te lo conseguiré ahora continúa comiendo mañana podrás ir a comprar lo que necesites -.
-Gracias -Murmuro y continúo comiendo.
Al día siguiente me acompaña Mia, Alex (traté de dejarlo, pero me fue imposible comenzó a llorar y Massimo me dejó llevarlo conmigo) y Franco mi nuevo guardaespaldas, al igual que otros tantos de sus hombres, pero de los cuales desconozco su nombre y después de muchos días me siento libre, aunque solo pueda salir de esta casa por unas cuantas horas.
Llegamos a un centro comercial llamado La Fiumara el lugar es enorme y hay varias tiendas de ropa, que por cierto es muy cara no estoy acostumbrada a comprar en lugares así, cuando vivía en México me dedicaba a dar clases de idiomas y no ganaba mucho dinero por lo que al estar frente a escaparates de este tipo me siento un poco incómoda.
Entró a varias tiendas y compró algunos jeans, sudaderas, blusas, chamarras y zapatos sin olvidarme de ropa deportiva la necesitaré en los siguientes días, así como ropa interior y ropa para dormir, también le compró ropa muy bonita a Alex, aunque no es mi hijo esté bebé es lo único que me mantiene cuerda después de tanto tiempo de encierro.
Después de algunas horas de estar aquí, decido buscar un lugar donde podamos comer y encuentro un lugar llamado Fattorie Garafalo, le pido a Mia y Franco que tomen asiento conmigo, igualmente me dirijo a los otros 6 hombres que han venido conmigo que se sienten a comer los cuales se niegan alegando que están haciendo su trabajo no me gusta comer y que ellos solo miren me hacen sentir mal por lo que les digo que es una orden que tomen asiento y pidan lo que gusten, puedo ver cómo se sorprenden (debo suponer que nadie ha hecho esto por ellos) y sin ninguna otra objeción se sientan en otra mesa situada cerca de la nuestra para comer.
Terminamos de comer y estamos casi por salir del centro comercial cuando dos mujeres se dirigen a mí.
-Así que tú eres la nueva amante en turno de Massimo -Grita una de ellas, la cual es alta, de buen cuerpo, morena, cabellera oscura y ojos claros, pero el tono en que lo dice no es nada amistoso, su amiga por su parte solo me mira con odio.
-Eso no es asunto tuyo, no te conozco y no tengo porque contestarte -Trato de seguir de largo, pero esta me toma por el brazo y me jala hacia ella haciendo que las personas que pasen por ahí se queden observando la escena.
-Piensas que por cuidar a su hijo te convertirá en su esposa sueñas eso nunca pasará, después de que te meta a su cama se olvidará de ti -Acto seguido me avienta su bebida a la cara, puedo ver cómo a mi lado Franco quiere acercarse a esta mujer y hacerle pagar por lo que hizo, levanto mi mano en señal de que se detenga y no haga nada.
-Sabes no me interesa meterme en su cama no soy tan poca cosa como tú, y algo más no creo que él te tome en serio y menos así como vas vestida pareces una mujer de la calle -Me acercó más a ella y le digo para que solo ella pueda escuchar -No te doy una cachetada que es lo que te mereces, la que queda en ridículo eres tú por el escándalo que armaste en cambio yo me veo como una pobre mujer que ha sido humillada por una mujer despechada -Me suelto de su brazo y sigo mi camino, en la camioneta me limpió la cara y me quito el suéter que me ensucio, y si bien traté de mantener la cabeza alta todo este tiempo dando la apariencia de que no me importaba en lo más mínimo la verdad es que si me sentí humillada por el trato que recibí, lo único que agradezco es que Mia tenía en los brazos a Alex no me hubiese gustado que lo mojaran por mi culpa, lo tomo en mi regazo y lo abrazo para poder contener las lágrimas.
En cuanto llegamos a la casa veo que Massimo tiene visita por lo que estoy por subir a mi habitación para darme una ducha y cambiarme de ropa, pero la mujer que esta con él en la sala me detiene y no es que esté hablando conmigo, pero lo que pregunta me molesta.
- Donc elle est le nouvelle femme de chambre quoi vous avez embauché pour prendre soin de votre fils? (¿Entonces ella es la nueva criada que contrataste para cuidar de tu hijo?) -Regreso y me planto delante de ellos mirándola con el entrecejo fruncido, ahora que la veo bien es la mujer con la que vi a Massimo la primera vez y entiendo que podrá ser muy guapa, pero es una mujer sumamente arrogante, me molesta que diga todo esto frente a la señora Marion, y aunque sé que lo dice por mí puedo ver cómo la mira por debajo del hombro.
-Es mejor ser una sirvienta lo cual no tiene nada de malo es un trabajo honrado, como puedes ver ellas trabajan muy duro en esta casa para no depender de ningún hombre, no como tú, que quieres tener una vida fácil acosta de ser una de las tantas mujerzuelas con las que este se acuesta -Hago un gesto en dirección a Massimo quien me mira con los puños apretados -Igual y si aceptas cuidar de su hijo puedas ser su amante principal y así me deje largarme de esta casa -Me doy la vuelta y subo corriendo las escaleras hacia mi habitación con Alex en brazos, no quiero que el idiota de su padre me obligue a disculparme con esa tipa, ya tuve suficiente con la humillación que sufrí esta tarde como para hacerlo delante de esta otra mujer, antes de subir pude ver de reojo como la señora Marion me sonríe en señal de aprobación y sé que por lo menos hice feliz a alguien con mi comentario.copy right hot novel pub