UN MES y MEDIO DESPUÉS

Ya han pasado un mes y medio de que vino Edwin, ahora me encuentro llegando a la casa de mi padre, ya que les prometí que lo pasaría con ellos esta navidad, en todo el viaje me la pase indispuesta.

estaciono mi auto afuera de la casa de mi padre, apago el motor y salgo de mi auto, mi padre sale acompañados de su familia que me reciben con los brazos abiertos.

Joseph - hola hija - me saluda con un beso en la mejilla

Nikki - hola papa

Selena - hola Nikki

Nikki - hola Selena, pero grande están estas hermosuras

los gemelos - hola hermana

Nikki - hola hermanitos

Joseph - entra a la casa hija, mientras bajo las maletas

Nikki - gracias papa, Selena me presta tu baño

Selena - claro Nikki estas es tu casa

Asisto y entro a la casa corriendo y voy al baño de invitados, cierro la puerta atrás de mí, me pongo a vomitara todo lo que había comido en la mañana, no salgo del baño hasta que se me quite esas ganas de vomitar.

Selena - Nikki ¿estás bien?

Nikki - sí, solo me callo algo pesado

Selena - ¿cualquier cosa me puedes decir o a tu papa?

Nikki - gracias Selena

Espere que mi estomago sacara todo le bajo al baño y me enjuago la boca, salgo del baño con un pedazo de papel higiénico me limpio los labios, voy a la sala donde están todos.

Joseph - Nikki no estás bien

Selena - sí, estas muy pálida

Nikki - de seguro algo me callo mal, pero ya se me paso

Joseph - no quieres descansar hija

Nikki - no papa, quiero ponerme al corriente de lo que ha pasado todos estos años

Selena - siéntate Nikki - tomo asiento

Joseph - pues que quieres que te diga

Nikki - ¿Cómo te ha ido en el hospital?

Joseph - bien hija, estoy pensando abandonar el hospital para dedicarme más a mi familia y por eso quería que tu vinieras a trabajar conmigo para que tomes mi lugar.

Nikki - te lo agradezco mucho papá, pero tengo un trabajo en México

Joseph - lo sé, pero quiero que lo pienses por favor

Nikki - está bien lo pensaré, como ha estado mis hermanitos Selena

Selena - bien, pero tienen mucha energía, sobre todo Santi - se llama Santiago, pero le dice Santi de cariño.

Nikki - vaya

Selena - Sergio es más tranquilo

Nikki - como cualquier niño de su edad

Joseph - vamos a tu cuarto para que descanse Nikki

Nikki - gracias papá, pero voy a salir a comprar unas cosas que necesito

Joseph - vas a comprar o vas a ver a alguien

Selena - amor deja a Nikki hacer lo que tenga que hacer

Nikki - gracias Selena, solo voy a comprar unas cosas y estaré de regreso.

Selena - okey, tomate tu tiempo Nikki

Asisto con la cabeza y salgo de la casa, para subirme a mi auto, ponerlo en marcha, desde que llegue he tenido muchas ganas de ver a Edwin, hace un mes y medio que no sé nada de él.

Condujo hasta su manda, solo que me voy a estacionar algo retirado, para no levantar sospecha y después iré a la ciudad a comprar unas cosas de higiene personal.

Después de un rato llego a la manada de Edwin y estaciono el auto, en un lugar donde tenga buena vista, bajo un poco el cristal del auto.

Veo a Judith, Agustín con una niña tomada de las manos y saliendo de la casa de Edwin, al ver esa escena sonrió de felicidad, pero se me borra al ver a Edwin saliendo de su casa cargando a un niño y tomado de la mano de una chica.

Al ver eso siento como mi corazón lo apachurraran y los ojos se me empiezan a cristalizar, prendo el auto para irme de ahí no aguanto y ya vi suficiente.

Es normal que forme su familia ya que él no me recuerda y su madre no lo permitiría, nunca podríamos hacer feliz ya que aún hay personas que quieren mi sangre.

Si Edwin se queda corre mucho peligro y no quiero que le pase lo mismo que la última vez, prefiero ver lo vivo, aunque no esté en mi lado.

Ahora mi padre se le ocurre la brillante idea de que yo me quede a cargo de su hospital, suficiente tortura con saber que estamos en la misma ciudad y él no se acuerda de mí.

Hay Nikki aun sigo creyendo en los cuentos de hadas, mientras me acostaba con Edwin, él ya tenía familia y yo cono una estúpida todavía enamorada, nunca voy a prender, primero me paso con Mateo ya ahora Edwin, creo que ya es tiempo de seguir adelante, así como Edwin lo hizo.

Llegó al centro de la ciudad y compró algunas envolturas, para envolver algunas cosas que les compré a mi familia.

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