Raquel Martínez.
El sonido de unas pisadas hacen que despierte y debo pestañear varias veces seguidas para acostumbrar a mis ojos a la claridad que proviene de las escaleras.
Miro a dicho sitio y es cuando lo veo venir caminando hacia mí con señales de haber estado tomando, desde aquí puedo oler el olor a alcohol que viene de él.
— Hola preciosa —dice sonriendo.
Mientras camina se tropieza con algo, pierde el equilibrio y se tambalea hacia adelante, pero se sostiene de la silla cerca de las escaleras para evitar caer de bruces al suelo.
— ¿Qué haces aquí? —pregunto seria—. ¿Y en ese estado Erick?
— Quería verte —se encogió de hombros—. Y estoy bien, solo fue un trago.
El que arrastre las palabras al hablar, se tambalee al caminar y se ría solo de quien sabe que como un retrasado me asegura lo contrario.
— Por supuesto —digo sarcástica—. ¿Uno multiplicado por cuánto?
Él no responde, sólo me mira.
Suspiro, cansada.
— Iré a buscar a Sandra para que te lleve a tu cuarto —me levanto de la cama, cuando paso por su lado para ir a la puerta él me tomo del brazo.
— Cariño, tú no puedes salir de aquí —me recordó con una sonrisa plasmada en su rostro.
Ruedo los ojos, irritada por su conducta.
— Entonces vete sin ayuda, quiero estar sola —digo con el semblante serio, aprovecho su estado para soltarme de su agarre con facilidad.
— ¡No! —dice serio, pero después suelta una carcajada—. Quiero quedarme aquí, contigo.
— ¿A qué viniste, ah?
— Necesitaba verte —dice acariciando mi mejilla con los nudillos de su mano.
— Estás borracho —doy un paso hacia atrás, rompiendo el contacto—. Mejor vete a tu cuarto a dormir.
— ¡Que no estoy borracho! —avanzó hacia mí el paso que yo retrocedí.
Evitando tenerlo cerca, retrocedo otro paso, otro y otro más hasta que mi cuerpo toca la pared atrás de mí mientras que él avanza sin detenerse hacia mí.
— Si lo estás, y mejor vete —digo poniendo mis manos contra su pecho una vez que lo tengo a centímetros e intento empujarlo lejos, pero él colocó sus manos sobre las mías dándoles un suave apretón.
— No quiero —murmuró inclinándose hacia mí, provocando que sus labios estén más cerca de los míos y nuestras respiraciones se mezclen entre sí.copy right hot novel pub