Raquel Martínez.
Alondra abre los ojos tan grandes como dos grandes faroles al ver a Erick, y balbucea incoherencias presa de los nervios mientras yo esbozo una gran sonrisa.
— Cállate —espeta Erick—. Qué lo he escuchado todo.
—Puedo explicarlo —dice, nerviosa—. Todo fue un malentendido...
Erick se acerca a nosotras con grandes zancadas y se posiciona a mí lado.
— ¡Qué te calles, joder! —eleva la voz, haciendo que varias personas volteen a vernos—. Que sea la primera y última vez que trates a Raquel de esa forma, porque la próxima te largas de mi empresa. ¿Lo has entendido?
— S-si.
— Ahora lárgate de mi vista.
La tal Alondra le hace caso a Erick y se marcha a su puesto de trabajo, él voltea a verme.
— ¿Vamos a almorzar?
Muevo la cabeza en un gesto afirmativo y con nuestras manos entrelazadas salimos de su empresa.
Al subirnos al coche de Erick este empieza a manejar, adentrándose en el tráfico de la ciudad, poco después detiene el auto frente a un lindo restaurante con mesas al aire libre.
Cuando entramos una mesera nos lleva a una de las mesas y pedimos nuestra orden, la cual nos traen minutos después.
Conversamos de temas triviales mientras comemos, y cuando acabamos Erick paga la cuenta y salimos a su coche.
— ¿Vendrás conmigo a la empresa? —pregunta, poniendo en marcha el auto.
— No quiero toparme con la plástica, así que no. Prefiero ir a la casa.
— Vale.
[×××]
El coche se detiene frente a la casa, Erick se inclina hacia mí y deja un casto beso en mis labios.
— Te veré más tarde.
— No llegues tarde —le susurro, rodando su nariz con la mía—. Te recuerdo que hay algo que debemos terminar.
— No me digas eso, porque me quedaré y te arrepentirás cuando te embista en cada rincón de la casa cariño.
Siento una corriente recorrer mi cuerpo y alojarse en un solo punto.
— No —logro decir—. Ve a tu trabajo, allá te necesitan.
— Soy el jefe, así que puedo ir mañana o cuando quiera...
— Debes dar el ejemplo, así que vete —beso sus labios—. Adiós.
Abro la puerta de copiloto y salgo cerrándola después, entró a la casa y voy directo a la segunda planta a mí habitación, lugar donde me cambio por algo más cómodo y me acuesto a ver una película, pero no logro verla completa ya que me quedo dormida.
[×××]
Despierto por culpa de mi celular el cual suena avisándome que me ha llegado un mensaje de texto, bostezo mientras acerco mi mano a la mesita de noche donde he dejado mi celular, lo tomo y leo por encima el mensaje.
"Erick:
No me esperes para cenar, iré con unos clientes a comer.
4:06 p.m."
No le respondo y dejó el celular en el sitio donde lo agarre.
Me levanto de la cama después de estirar mi cuerpo y me dirijo al baño, lugar donde hice mis necesidades, cepille mis dientes y tomé una ducha.copy right hot novel pub