Raquel Martínez.
Veo como el ojiverde sale por la puerta de la habitación y muero de sueño todavía así que me acuesto a dormir otro rato más.
Cuando despierto son más de las diez de la mañana, así que enrollo la sábana de a mí cuerpo desnudo a la hora de levantarme y camino hacia el baño, a la mitad del camino el sonido de mi celular indicándome que me están llamando me detiene, voy a la mesita de noche y lo tomo para después contestar.
— ¿Bueno?
— Hola pequeña.
— Valla, por fin te acuerdas de mí existencia mejor amigo.
Escucho como al otro lado de la línea suelta una suave risa.
— Pido perdón —dice—. He estado ocupado con el trabajo.
— Te creo, te creo...
— Otra opción no tienes —dice—. Oye, ¿te parece si almorzamos juntos?
— Claro, avísame dónde y eso.
— Vale, ahora te dejo, nos vemos ahora.
Cuelga y dejo mi celular en el sitio donde estaba antes.
Voy al baño y cepillo mis dientes, hago mis necesidades y me doy una ducha larga con agua tibia, cuando termino me seco con una toalla la cual enrollo a mí cuerpo desnudo y salgo del baño.
Me visto en el vestidor con una falda blanca junto a crop top roja de hombros descubiertos de estampado floral y unos tacones altos color carne.
Peino mi cabello y me hago una coleta alta sin dejar que ninguna hebra de mi cabello se salga. Me maquillo lo más sutil que pueda y una vez lista bajo a la cocina.
Bajo a la planta inferior de la casa y me encuentro con una Sandra pensativa con la escoba barriendo la sala.
— Buen día —digo acercándome a ella, sonriendo.
— Oh, hola —me da una sonrisa que no le llega a los ojos—. Buen día.
— ¿Te pasa algo? —pregunto—. Siento que estás extraña.
— No, nada —responde—. Después te explico, es algo sin tanto importancia —sonríe—. ¿Vas a comer?
Niego con la cabeza.
— Comeré con un amigo.
— Bien.
— Por cierto, ¿cómo te fue con Ricardo en tu cita?
— De maravilla —sonríe ilusionada—. La pasamos increíble. Primero me llevo a restaurante, comimos y después a la feria que está a las fueras de la ciudad.
— Imagino que volvieron a quedar.
Asiente mordiendo su labio inferior tratando de que la sonrisa no se le noté, cosa en la que fracasó.
— Mañana, tal vez, volvamos a salir.
— Otra cita.
Niega suavemente.
— No será otra cita, sólo estamos saliendo como dos amigos lo harían a divertirse.
— Por supuesto.
— Hablo en serio.
— Ajá.
— Raquel..copy right hot novel pub