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⭐VENDIDA (COMPLETA)

39. | UNA SOLA NOCHE

TIPO DE NARRADOR: OMNISCIENTE.

Una mujer de estatura baja, piel blanca como la leche y cabello rubio natural, con un cuerpo de infarto se acercó al hombre que bebía de su trago.

Erick se sorprendió de ver a su secretaria en aquel bar, no pensó que ella siendo tan amargada y "aburrida", como ha escuchado que le dicen por los pasillos de la empresa estaría en un lugar como ese, pero allí estaba con un sexy vestido rojo que le llegaba por encima de los muslos y un escote en la espalda que no le permite usar brasier.

— Señor, no pensé que podría encontrarlo aquí —dice, sonriendo.

— Ni yo a ti, Alondra.

— ¿Puedo sentarme?

Erick lo piensa por un instante, pero ¿Qué había de malo en compartir una copa con uno de sus empleados antes de marcharse?

— Claro.

La chica sonríe con satisfacción y se sienta al lado del ojiverde, de manera que su pierna y su hombro quedan a centímetros del cuerpo del chico.

Erick pidió una ronda más al hombre que lo atendió desde que llegó, mientras conversaba y reía con su secretaria.

Copa tras copa fue trayendo el empleado del bar, entre risas su secretaria le propuso de manera seductora al ojiverde ir a otro sitio, él inconsciente de lo que hacia por la cantidad de alcohol que había en su sistema aceptó siguiendo su juego.

[×××]

En un taxi no tardaron en llegar a la residencia donde vive la secretaria del ojiverde, ella estaba menos ebria que Erick así que tuvo que encargarse de sacarlo del coche y ayudarle a subir las escaleras hasta el segundo piso del edificio.

Cuando estuvieron fueron del departamento de la rubia saco las llaves del pequeño bolso de mano que traía y abrió la puerta, dejando que su jefe entre primero que ella, después cerró la puerta cuando entró ella.

Sin ganas de perder el tiempo se lanzó sobre el rubio y lo beso con ganas, con desespero.

Por un momento Erick pareció recordar algo o a alguien, por ello mientras negaba con la cabeza tomo a la chica de los hombros y la apartó de él con suavidad.

— Raquel... —murmura él.

— Su —ella colocó su dedo sobre los labios de él—. Tú quieres esto tanto como yo, Erick.

Negó suavemente.

— No, Raquel me...

— Raquel puede irse al diablo —dice, mientras le desabrocha la camisa a Erick—. Ahora solo somos tu y yo.

Aprovechó el estado de Erick para llevarlo a rastras hacia su habitación, cuando estuvieron ahí lo lanzó sobre el colchón, quitó el vestido ante la mirada del ojiverde y quedó totalmente expuesta ante él, después se subió sobre él a horcajadas y siguió besándolo con las mismas ganas que hace un momento, haciendo que el ojiverde se deje llevar.

A Alondra no le importó que le dijera por el nombre de la chica que él quiere, disfruto cada embestida, los beso que ella le daba, todo... Ella solo quería estar con él, ser suya al menos por una sola noche y ahora que lo había logrado nada podría dañarle lo que sentía, mucho menos lo que planeaba.

[×××]

Raquel Martínez.

— Buenas noches.

Las miradas de la madre de mi amigo y de su novio se clavan en un punto detrás de mí, ambas esbozan una gran sonrisa.

— Nicolás, querido —dice la madre de Joel—. Qué alegría que hayas podido venir.

Ella se acerca a él, así que me hago a un lado y los ojos del hombre se van por inercia hacia mí cuando rodea a la madre de mi amigo con sus brazos.

— No podía perderme el aniversario de su empresa, madrina —responde, apartándose de Patricia.

— Me da alegría verte, Nicolás —dice Jimena dándole un beso en la mejilla a modo de saludo.

— Lo mismo digo —él le sonríe.

— ¿Cómo has estado? —le pregunta.

— Bien, gracias.

Su mirada vuelve hacia mi punto y me sonríe, antes de que alguno de los dos pueda decir algo la señora Patricia habla.

— Oh, ella es Raquel.copy right hot novel pub

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