— ¡Es un imbécil! —Habló molesta— No debió insinuar que andas de regalada con Nicolás, mucho menos querer pelearse ahí en plena calle con él.
—Exacto y eso fue lo que más me molesto —hablé un poco seria
— La próxima vez quien le parta la cara seré yo para que siga comportándose como un completo imbécil contigo, eso júralo
—Adelante, te apoyo amiga.
Jimena y yo reímos, pero ella no tarda en volverse a poner seria como hace un momento, así que imito su expresión.
— Oye, ¿y qué sentiste cuando lo viste? —preguntó de repente
— ¿Qué sentí? —arqueé una ceja, y ella asintió— Pues de todo, al verlo sentí que el corazón se me saldría, estaba tan contenta y nerviosa también, cuando se acercó a mi quise brincarle encima, besarlo una vez más, tenerlo cerca de mi como antes... —suspire largo— Definitivamente lo sigo amando como el primer día, hoy comprobé eso
— Ahm, sólo espero que por eso que sientes no lo perdones, bueno no tan fácilmente y menos que regreses con él, no quiero que vuelvas a pasar por lo mismo, tampoco que te haga más daño
—Tranquila, eso no pasara —hablé, justo en ese momento apareció Joel quien venía bajando las escaleras
— ¿De qué están hablando? —preguntó curioso después de bajar las escaleras y se acercó a nosotras
—eh, cosas de mujeres —hablé y le sonreí
— Odio cuando me responden así, ¿saben? —dijo él serio y se sentó en el mueble pequeño que estaba al lado del grande donde nosotras estábamos sentadas
— Si, por eso lo hacemos amor —Habló para después reír
— Como esa —rodo los ojos— ¿Pedimos algo de comer?
—Si, pide pizza o no, mejor arroz chico, eso se me antoja
— ¿Arroz chino? —preguntó Jimena y arqueo una ceja— ¿Desde cuándo te gusta?
—Ehm, desde hoy —hablé y le sonreí
— Pediré ambas comidas —habló Joel mientras marcaba el número del delivery en su celular— ¿Bueno? —habló cuando le contestaron, en ese momento mi celular comenzó a sonar, lo agarré de la mesita de cristal que estaba frente a mí y como quien llamaba era un número desconocido contesté
— ¿Alo? —Hablé cuando contesté aquella llamada
— Necesitamos hablar Raquel —habló Erick del otro lado de la línea
—Ahm, disculpé, está equivocado —Hablé algo nerviosa
— No me vayas a colgar, sé que eres tú, al menos escucha lo que tengo que decirte
. —Suspiré—. Dame un momento —hablé, después de decirles a los chicos que subiría a mi habitación me levanté del sofá y camine a las escaleras, cuando llegué al segundo piso del departamento entré a mi habitación y cerré la puerta— ¿Qué quieres? Habla rápido
— Que me perdones, estoy consciente de todo el daño que te hice desde que nos conocimos, me porté como un imbécil todo el tiempo y no tengo perdón de Dios por lo último que te hice, pero realmente estoy arrepentido —Habló, se escuchó sincero
— ¿Eso es todo? —Hablé y arqueé una ceja
— No, ¿estás saliendo con ese tipo, Nicolás? —preguntó
—Eso es algo que no te importa —Me limité a decirle
— Si me importa, me importa porque todavía te sigo amando como la primera vez Raquel y no soporto que estés con alguien más
—Ehm, Erick —hablé, pero el sonido de alguien tocando la puerta me interrumpió
— Raquel, Mónica vino a traerte tu correspondencia, baja —habló Joel luego que tocó la puerta de mi habitación.
— ¡En un momento lo haré! —le respondí
— De acuerdo —Habló para luego marcharse
—Debo colgar —le dije a Erick
— ¿No me responderás la pregunta antes? —preguntó
. —Suspiré—. No estamos saliendo, sólo somos amigos, ahora adiós
Erick: Espera... Quiero que sepas que no descansaré hasta verte conmigo de nuevo, te amo —Habló, luego colgó
» También te amo Erick «. —Pensé de inmediato.
Después de colgarle salí de la habitación y bajé de vuelta con los chicos.
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