NARRA RAQUEL
Xx: ¿Te encuentras bien? —preguntó aquel chico, su voz me parecía conocida
Temblorosa asentí con la cabeza, después quité de encima mío al sujeto con cara de drogadicto mío y me levanté de la cintura para arriba luego de haberme acomodado el vestido.
Xx: Un momento. No veo nada —Habló y lanzó al suelo un palo, con eso supuse que golpeo al otro hombre. Después saco del bolsillo de su pantalón su celular, lo encendió, puso la linterna y alumbro hacia mí. — ¿Raquel? —Habló aquel chico cuya voz me parecía conocido frunciendo el ceño. Al mirarlo entendí por qué.
—Erick —Hablé, de sólo verlo sentí una alegría inmensa. Me levanté rápido y lo abracé fuerte, mientras mis lágrimas caían por mis mejillas todavía. Duré unos segundos más abrazándolo, luego me separé de él. — ¿Cómo es que estás aquí? —pregunté confundida, todavía temblando del susto
Erick: Estaba con mi hermana en su casa, vive por acá. Y cuando me iba escuche que alguien pidió ayuda y vine a ver qué pasaba. Pero jamás imagine encontrarte aquí. ¿Estás bien? —preguntó. — ¿Este maldito qué te hizo?
—Sí. —respondí limpiando mis lágrimas. — Él sólo me bofeteo, no pudo hacerme nada más, llegaste a tiempo. — Hablé, luego miré a aquel hombre en el suelo, ni siquiera se movía. — ¿Está muerto? —pregunté mirando a Erick
Erick se agachó y puso dos de sus dedos en el cuello de aquel sujeto para tomarle el pulso.
Erick: No —respondió después que se levantó. — Sólo esta inconsciente, vámonos antes que despierte — Habló, yo sólo asentí.
El automóvil de Erick no estaba tan lejos así que no caminamos mucho, sólo unos cuantos pasos después de salir del callejón. Cuando llegamos a su auto sentí como algunas gotas de agua caían sobre mí, eso era señal de que iba a llover esta noche; Erick me abrió la puerta de copiloto, rápidamente me subí y después él.
Erick: Aun no entiendo que hacías ahí, en ese callejón. ¿Cómo fue que terminaste en esta parte de la ciudad? —preguntó mientras encendía el carro, luego comenzó a manejar.
—Me perdí. —Suspiré, y comencé a contarle lo que sucedió.
Después que le conté entendió todo y al saber que Nicolás me beso a la fuerza Erick se puso furioso, tanto que prometió romperle la cara la próxima vez que se lo encontrara sin importar el lugar. También me regaño porque no llame a alguien, a él o a Joel para que viniera por mí y así no me hubiera pasado nada, pero, en fin, ya después de varios minutos en carretera...
—Erick —Hablé para llamar su atención.
Erick: Si, dime —habló sin quitar la mirada de la carretera.copy right hot novel pub