ERICK
Giro en la cama para ver el amanecer, que entraba por mi ventana. Es una de las cosas que más me gustaba, al vivir en esta casa. Podía ver el sol reflejado en el mar, mientras escuchaba el sonido de las olas. Me destapo, arrojando la sábana al otro lado de la cama, llevaba unos minutos despierto mientras miraba el infinito sin tener idea de qué hacer con mi vida.
Me dirijo hacía el baño, mientras me deshago de la ropa, me meto en la ducha. El agua caliente tarda en llegar, así que para entonces ya estoy más despierto. Mi teléfono suena en algún lugar de la recámara, lo escucho a lo lejos. Sea quien sea puede esperar. Una vez de terminar de asearme, con la toalla enrollada, voy a la habitación a vestirme.
El móvil vuelve a sonar, resoplo mientras lo busco. Lo tomo y miro la pantalla, es Sam, mi amigo, mi socio. Con el ceño fruncido acepto la llamada y lo pongo en alta voz, mientras me voy vistiendo.
— ¿Sí?
— ¡Milagro!, hasta que respondes — dice.
Camino hacia la cocina con la intención de prepararme un batido rápido, me gusta hacerlo desde temprano, antes de salir a correr.
— ¿Qué ocurre? — cuestiono.
— ¡Uy!, hoy nos levantamos también de malas — se burla — Ni siquiera un: Hola, Sam, ¿cómo estás?, ¿cómo te va en tu vida monótona y aburrida?, yo todo bien, en la playa, desaguándome con un mal de amores — dice con sarcasmo, claro que eso era para mí.
Deseaba tenerlo cerca para golpearlo, no soy un hombre agresivo, pero si la ocasión lo amerita, que lo tenga por seguro que lo haría.
— ¿Qué quieres? — refunfuñe molesto.
Sigo con mi tarea de preparar mi batido energético.
— Deberás que contigo ya no se puede tener una buena conversación, te haz vuelto más amargado — y sigue atosigando. — En fin.. llamaba para decirte que tenemos una reunión con los socios ingleses. El CEO vendrá desde Inglaterra, y su hijo vendrá con él. Quieren hablar del proyecto que les habías pedido para el resort.
— Bien, hazte cargo — respondo, sin tomarle importancia a lo que decía.
Me tomo mi bebida, voy por mi cartera y mis llaves para irme a correr.
— No solo te llame para informarte. Si eso hubiera querido solo te envió un email y listo.
— ¿Entonces qué es lo que quieres?, tienes mi autorización para llevar la empresa como sabes hacerlo, por algo te deje a cargo.
Echo mi cartera a los bolsillos de mi pantalón deportivo, tomo las llaves y el celular, y salgo de casa cerrando la puerta. No me iré en el auto, me coloco el manos libres. Desde aquí comienzo a trotar para ir aumentando la velocidad. Mientras recorro todo el malecón de la playa.
— Qué vengas, y tú mismo te hagas cargo de ello, como lo que eres, el dueño de la empresa. — resoplo, tenía tiempo insistiendo que regresara — Creo que ya tuviste suficiente de ese martirio, ya te castigaste demasiado, deberías de reponerte y ser otro nuevo Erick, uno que comience a disfrutar la vida, y no tomarle importancia a nadie, ni a nadie más que a ti mismo.
Quizás tenía razón, pero no le hacía caso a sus consejos. Desde que pasó lo ocurrido con Luci, él había estado todo el tiempo aguantando mi mal genio. Yo me había refugiado en el trabajo y cuando decidí irme. Seguía haciendo lo mismo, pero desde la empresa de mi padre. No descansaba nunca. Sam, intento muchas veces de convencerme de salir a tomar en algún bar, o ya tan siquiera a cenar algún sitió. Pero siempre lo rechazaba sus invitaciones, ponía pretextos de que tenía mucho trabajo.
— Veré que puedo hacer para ir.
— No digas "veré" ¡Hazlo!
Él era directo y siempre me decía las cosas como eran, nunca se quedaba callado, muy aparte de los negocios se que también lo hacía por nuestra amistad, por no verme así, derrotado y sin ánimos.
Ha regañadientes le dije que lo intentaría, aunque me volvió a reprender con ello. Yo solo lo escuchaba. Después de terminar la llamada, seguí con mi ejercicio matutino. Todas las mañanas era lo primero que hacía, después de tomar un baño y tomar mi bebida.copy right hot novel pub