LUCIANA
Cuando pensé que ya se iría y no diría ni una sola palabra más. Me paralice completamente cuando terminó por cortar la distancia que nos separaba, en casi dos pasos rápidos llegó hasta a mí, provocando que mi respiración que se estaba normalizando se esfumara por completo. Me tomó entre sus brazos, no podía articular ninguna palabra, no podía gritar o protestar, me había quedado muda por su arrebato. No creí que fuera hacer eso.
— Tendré que comprobarlo por mí mismo — dijo mientras su rostro se acercaba más al mío, sus ojos no dejaban los míos y mi corazón parecía salirse por mi boca, latía a mil por hora y más cuando su aroma invadió en mi interior como siempre lo hacía cuando lo tenia demasiado cerca — Te conozco perfectamente, y se que tus palabras a veces mienten, cuando titubeas y intentas decirlas con despreció, pero tus ojos, cuando me acerco a ti, noto como reacciona tu cuerpo, todo eso me demuestra lo contrarío, y tus labios si los beso me dirán la verdad de tus sentimientos — susurra lo último sobre mi boca.
Eso fue lo último que dijo, porque después de eso su boca se adueñó por completo de la mía, mientras la tomaba en un beso ansioso e intenso.
«Oh por Dios» quisiera reaccionar y empujarlo, pero no puedo, no logro ni pestañear, ni respirar.
Su beso es desesperado pero suave, parecía querer comprobar lo que había dicho. No respondí, quede congelada en mi lugar mientras que él con algo de fuerza me sujeta con una mano la nuca y la otra en mi espalda baja, y sus labios buscan ese algo. Pero por fin reacciono a su beso voraz mientras cierro los ojos, es un beso inexplicable, entrañable, único, diferente a todos los que nos dimos. No digo que los demás no fueran buenos, solo que este quería decir lo mucho que nos habíamos extrañado todo este tiempo.
Su lengua invade el interior de mi boca, el agarre de sus manos se fueron suavizando, y una de sus manos llega a mi mejilla para acariciarla.
Extrañaba sentir todas estas sensaciones, la electricidad que recorrer toda mi espalda cada vez que sus manos me tocan y me acaricia. Sentir de nuevo sus suaves y deliciosos labios pegados a los míos era lo que más anhelaba, pero temía volverlo a vivir.
¿Qué va pasar después de esto?, he caído de nuevo en los brazos de este hombre que es casado, eso me hace ser una fácil, una quita hombres.
Pero nada de esto me interesa ahora, más que disfrutar de este beso, de este maravilloso hombre que me besa y me acaricia dulcemente. Pero aún así ese bello momento es cortado por él, deteniéndolo pero sin alejarse mucho, apoya su frente con la mía.
Su respiración es entrecortada la siento rozar mis labios, mis ojos siguen cerrados. Mi pecho lo siento muy agitado.
— Lo sabía — dice con dificultad al intentar recuperar su respiración — Esos ojos no me podían mentir y mucho menos tus besos. No sabes cuanto extrañe esto, tus suaves labios y exquisitos — pasa su pulgar por ellos — Tu aroma — respira profundamente mientras olfatea mi cabello — Todo de ti — finaliza mientras que con sus nudillos acaricia mi mejilla, con delicadeza.
Niego lentamente con mi cabeza.
— No podemos hacer esto, más bien no debemos — logre decir, después de recuperarme un poco de ese beso hambriento y delicioso — Esto no está bien…
Me interrumpe con un suave beso sobre mis labios medio abiertos.
— Shhh, tranquila — susurra en mis labios — Por eso tenemos que hablar y aclarar muchas cosas. — pide en casi en una súplica.
— Pero… — mi pero termina ahí.
Sus labios volvieron apoderarse de los míos, pero esta vez en un beso mucho más intenso y apasionadamente. «Me derretirá por completo» esto esta subiendo más de tono, hasta darme algo de calor, sus manos bajan a mis muslos y toma de mis piernas para levantarme, haciendo que me siente en la mesa que se encontraba detrás de mí. Ni el cristal frío me hacer reaccionar para detener esto que esta sucediendo entre nosotros.
¿Terminaré entregándome a él otra vez?, en estos momentos no me importa nada ni nadie, que no sea él, nosotros. Lo extrañaba ansiosamente y la verdad lo deseo hasta morir.
Mis manos van a su cabello y lo desordeno más, seguimos basándonos, mientras nuestras leguas danzan al compás de nuestro apasionado beso. Una de sus manos llega al tirante de mi vestido y lo baja, su boca baja por mi barbilla hasta mi clavícula para dejar varios besos y después en mi hombro para llegar a mi secreto escote, pero al bajar un poco mi prenda ya no era tan secreta.
Sus manos acarician mis piernas, mi respiración es muy agitada y la de el puede ser que hasta peor. Solo quería disfrutar este momento, los remordimientos los dejé para más tarde, haciendo a un lado a la sensatez. Me dejo llevar por el momento, mientras mis manos juguetean con su camisa y las puntas de mis dedos rozan su piel.
Pero en eso unos golpes suaves pero ansiosos, tocan la puerta de la habitación. Él sigue en lo mismo, ni eso lo detiene, y la verdad tampoco quiero que lo haga, pero la voz de la persona que se encuentra llamando afuera, me hace reaccionar e intento alejarlo.
— ¡Luci! — dice en voz alta Alex, mientras sigue tocando la puerta.
«Tengo que detenerlo»
— Erick.. p-para.. — balbuceo.
Hago un esfuerzo para controlarme y sacar un poco de razonamiento de mí, no sé detiene, así que lo empujo un poco más para alejarlo. El resopla en respuesta, pero se aleja un poco para detener su deliciosa tortura.
— Es solo el rubio bobo — dice con desagradó, frunzo el ceño.
Intenta acercarse para besarme nuevamente, pero niego y me bajo de la mesa para acomodar mi vestido y mi cabello.
— ¿Por qué lo llamas así? — digo en voz baja para que no nos oiga, — Creí que eran amigos.
Él inhala y exhala aire para controlar su respiración y hablar un poco más calmado.
— De eso también quiero hablar contigo — lo veo de reojo, sigo arreglándome.copy right hot novel pub