ERICK
—Hoy tenemos planes —anuncia Luci a sus hermanos, los niños la miran con una expresión de incrédulos —Amy pasará el día con Rebecca y conmigo en el Spa, será solo chicas —informa para continuar —Y Mat tendrá un día de chicos junto con Erick y su amigo, ¿verdad? —se gira para verme esperando a que responda.
—Así es —asegure.
Los niños se quedan asombrados, el rostro de Amy cambia a una sonrisa alegre, mientras que la de Mat refleja solo seriedad que parecía no estar muy de acuerdo con el plan que planteó su hermana mayor.
Le había dicho a Luci que me permitiera parar una tarde con su hermano, mi plan era llevarlo a un partido de básquetbol y así tener la oportunidad de conocernos. Quería acercarme más a su familia, que me conocieran y si en algún futuro llegar a que me tuvieran confianza y me vieran como un amigo o parte de ellos.
No quería comprar a sus hermanos, solo quería convivir y que mejor manera llevando a mi pequeño cuñado a ver un partido de su deporte favorito.
—Ya es hora —avisa Luci, para después acercarse y despedirse.
Sin limitar me quería tomarla de la cintura y pegarla a mi para fundirnos en un cálido y añorante beso. Pero sabía que ella se detenía por sus hermanos, y como ellos estaban presentes, no me quedo más que conformarme con uno de sus besos en mi mejilla.
—Te veo en la noche —susurró después de depositar un suave beso que me hizo cerrar los ojos por unos segundos.
Me gustaba tenerla cerca, por un momento me conforme con ese sencillo pero dulce beso. Todo lo que tratará de ella me volvía loco, tanto que me hacía añorar la a cada segundo.
Cuando pasaba gran parte del día sin poder verla, contaba las horas, los minutos y segundos para volver a tenerla cerca. No dejaba de enviarle mensajes o llamarle sino me encontraba en alguna reunión de negocios.
Desde que ella aceptó estar otra vez conmigo, no he querido volver a soltarla en ningún instante. Nunca pensé llegar a tener miedo por perder a alguien. Y es que ella ahora significaba todo, absolutamente todo para mí.
Mateo y yo nos dirigimos al elevador para irnos encontrar con Sam, que ya nos esperaba en el lobby. Me había avisado que allí estaría para después irnos juntos al juego.
Al llegar a la planta baja pude soltar por fin el aire que retenía mis pulmones a causa de los nervios, no pensé llegar hasta este punto y menos con un pequeño de diez años que no cruzaba ninguna palabra conmigo y ni se inmutó en verme en ningún momento.《Solo espero que todo salga bien, y no me siga odiando》
Mi amigo al vernos se giro por completo para caminar y unirse más pronto a nosotros.
—¡Hey!, ¿quién es tu amiguito? —inquiere Sam con una sonrisa.
Sam ya estaba al tanto de muestra salida y del plan para llevar al pequeño hermano de Luci al partido de básquetbol. Así que solo estaba intentando ser amigable con el niño y acercarse más a él por mí.
—Mateo, él es mi amigo Sam —me dirijo al niño para presentarlos —Él es el hermano de Luci —le informo a mi amigo cuando lo miro.
—Mucho gusto Mateo —Sam le ofrece su mano en un saludo.
Cuando creo que él pequeño lo dejará con la mano extendida y a medio saludo como lo hizo conmigo. Mis ojos se abren con asombro cuando el niño responde a su saludo, pero mi impresión es más cuando él le sonríe como si lo conociera.
¿Esto puede ser posible?
—Pues decirme Mat —dice en un tono amigable.
¿Qué, de cuando acá es tan amable?
—Muy bien —responde Sam sin dejar de sonreír —Ya debemos irnos, sino queremos ver el juego comenzado —avisa, antes de que Mat tomara de su mano.
Mi expresión de asombro en mi rostro no sea borrado, hasta que Sam se detiene a mí lado y susurra.
—Sin ningún esfuerzo —dijo sin borrar su sonrisa para después apartarse y encaminarse rumbo a la cancha de básquetbol.
Me quedo por unos segundos ahí plantado, solo viendo como van hablando en una charla animosa mientras se alejan.
¿Es en serio?
Reaccione para seguirlos, no me iba a quedar ahí, debía hacer mi esfuerzo para poder llegar hasta él y que tan siquiera pueda dirigirme una sola palabra.
Le había platicado a Sam lo que sucedió el día anterior que los conocí. Le dije que el pequeño no me aceptaba y que posiblemente iba hacer difícil obtener su confianza, quería que me viera como un amigo, no como una amenaza, porque sus ojos parecían expresar eso.
Por esa razón mi amigo me dijo eso, ya que le informé que tal vez se me iba a dificultar llegar hasta Mat, ya que parecía un niño caprichoso con respecto a su hermana mayor. Pero a Sam no le pareció cuando se presentó y se sonrieron.
¿Seré yo el del problema?
Minutos después nos encontrábamos entrando al lugar donde se presentaban los partidos de baloncesto. Como las entradas eran vip la zona que nos tocaba era en los asientos más cercanos a la pista de juego y lejos del público.
Al sentarnos en nuestros asientos Sam comienza hablar con Mat sobre el baloncesto. Eso me da una idea para llegar más a él.
Mat había quedado sentado en el asiento de en medio y Sam estaba a su lado izquierdo y yo a su derecha. Me incliné un poco para hablarle y pudiera escucharme.
—¿Cuál es tu equipo favorito? —pregunte, corría el riesgo de que me ignorara otra vez, pero no pasó así cuando por fin me habló.
—Pues quién más —dice con una expresión muy obvia —Chicago Bulls —respondió sin quitar su mirada de la pista.
Seguía sin verme, no sé porque razón no lo hacía, parecía que si lo hacía iba a lanzarse sobre mí o iba a salir corriendo.copy right hot novel pub