LUCIANA
Toma de mi mano que había soltado cuando entramos a la cocina. Me lleva hasta una nevera enorme de dos puertas laterales dejando a nuestra vista el contenido de su interior. Alimentos, muchos alimentos, carnes, vegetales, frutas, de todo.
Él comienza a sacar cosas, yo me quedo congelada en mi lugar. Nunca había visto tanta comida junta en una nevera. Bueno más bien tenía un tiempo que no lo veía, la última vez fue en el restaurante de Lindsay su prima.
Erick se movía llevando los alimentos hasta una mesa metálica que se encontraba en el centro de la cocina. Sin darme cuenta el vuelve a tomar mi mano para llevarme a un rincón donde se encontraba una mesa con dos sillas y unas velas largas en medio.
—Aguarda aquí, no tardaré mucho —dice con un guiño antes de dejar un beso en mi frente.
Se quitó su saco y lo colocó en el respaldo de la silla que estaba enfrente de mí, desabrocho los gemelos de su camisa para después remangar las mangas. Se alejó para encaminarse al centro de la cocina.
Cuando creí que se iba a ir, pero no. Se detuvo frente a la mesa metálica donde había puesto ingredientes y muchas otras cosas para cocinar.
¿Qué, cocinará?
Después de ver que se lavara las manos y tomara un cuchillo comprobé todo, efectivamente el iba hacer nuestra cena. En realidad no sabía que supiera cocinar, aunque en algún momento me lo dijo yo no le llegue a creer.
Como se supone que entienda que un hombre como él que es empresario, alguien muy ocupado, con mucho dinero y personal al que le paga para que pueda hacer cualquier comida que quisiera, pueda y sepa cocinar. Era algo inexplicable para mí, pero aclara ver algo sumamente asombroso, hasta enamorarme más, ¿se podía estar más enamorada?
La figura de Erick se movía con rapidez de un lado a otro, desde donde me encontraba podía tener muy buena vista de su espalda ancha en como su camisa le formaban bien refirmados músculos y como se ajustaba la parte superior de sus brazos mostrando la otra parte de ellos para ver su tono bronceado de su piel que me encantaba. Era tan guapo y sexy. Y viéndolo cocinar lo era mucho más.
Mi único interés en este momento era acariciar la piel que mostraba y recorrer su espalda firme que me volvía loca con solo verle. No sé que me pasaba, últimamente solo quería más calor por parte de su cuerpo, ya no era igual que antes, había incrementado un deseo por él que me dejaba algo extraña pero a la vez me gustaba.
El tiempo se me hacía largo mientras solo lo miraba hacer su tarea. Pero se tomó un segundo para detenerse y tomar su celular, pensé que estaba enviando algún mensaje pero me di cuenta de que no era así cuando inició una melodía en su iPhone.
Se giró para verme con una sonrisa al momento que la letra se escuchaba. Era la misma canción que bailamos en su despacho de su casa. Sonrió en respuesta cuando nuestros ojos se clavan en uno al otro, pero en vez de que él se acerque a mí, vuelve a retomar su tarea de cocinar.
No me queda más que dar el paso yo, y la verdad ya no soportaba estar muy lejos de él y más teniéndolo a tan solo unos cuantos metros de mí.
Sin que se diera cuenta me levanté para caminar hasta él, estaba muy concentrado en lo suyo que ni siquiera se enteró que ya estaba detrás de él. Me coloqué de frente a su espalda mientras el cortaba algo con el cuchillo y tararea la canción que se oía en nuestro alrededor.copy right hot novel pub