LUCIANA
Llegamos hasta la puerta, al entrar vemos como el lugar está casi lleno de hombres trajeados con sus acompañantes. Mientras nos acercamos más visualizo el escenario donde hay una mesa larga donde creo que se sentará el jurado y los que otorgarán los reconocimientos.
Enfrente se encuentran los asientos donde algunos ya están colocados en sus lugares. Alex me guía hasta sitio que fue asignado para él y su invitada. Pero antes de que lleguemos se nos atraviesa una periodista joven y morena.
Nos echa un vistazo y sonríe.
—Señor Wembley, no estábamos enterados de que ya tuviera novia —dice la reportera.
—Y yo no estaba enterado de que ustedes tenían autorización para hacer esa clase de interrogatorio. Ya que yo estaba al tanto de que solo serían preguntas sobre el trabajo —le responde serio y con educación.
La mujer se pone colorada, no se si era pena o enojo porque le hayan parado su hazaña de obtener algo de cotilleo.
Ignoro la situación como si no hubiera sucedido y comenzó hacer preguntas sobre el trabajo. Comenzó primero con Alex y después lo hizo conmigo. En cuanto termino de hacer lo suyo, mi amigo y yo retomamos el camino en dirección a nuestros lugares.
Los periodistas que se encontraban presentes en el interior del lugar de la ceremonia, eran exclusivos y fueron elegidos poco para hacer su labor de hacer preguntas sobre el trabajo, los méritos, los reconocimientos, todo lo que tuviera que ver con el evento del empresario del año. Las vida íntima de un empresario no estaba prohibido hablarlo, solo no era el momento de llegar a ese punto. Muchos de ellos pidieron que las entrevistas fueran de relación a sus empresas y nada más, por eso Alex le dijo eso a la periodista.
Mi jefe me dejó unos minutos sola ya que otro periodista solicitó una entrevista con él. Me sentía incómoda en este ambiente, no se si era porque no encajaba o porque me hiciera falta Erick.
Mientras esperaba no me di cuenta cuando alguien se acercó y se sentó del otro lado donde estaba aún vacío.
—Me imaginé que la vería aquí, pero no con su jefe —una voz potente y seria que ya había escuchado me hizo sobresaltar sobre mi asiento de sorpresa.
No esperaba verlo y mucho menos que se me acercara. Giro mi cabeza para verlo, es el señor Robinson, el nuevo socio de la empresa Wembley. No sabía que el fuera uno de los nominados.
—Disculpe —no entendí su comentario.
—Qué pensé que vendría con alguien más.
¿Alguien más?, ¿qué sabe él de mí?, ni me conoce.
—Sigo sin comprender. Yo trabajo para las empresas Wembley, es claro que acompañaría a Alex.
Su semblante es muy serio, no refleja ninguna expresión o gesto. Parece un témpano de hielo.
—Entonces el amor no triunfa aquí, cuando se trata de negocios.copy right hot novel pub