Justo cuando Cynthia quería explicar la situación, fue interrumpida por la dependienta:

—Prima, no la escuches, ella ha buscado a esta gente para que destrocen a nuestra tienda. Date prisa en buscar a alguien y que arresten a todos.

Cynthia frunció el ceño.

Alain le pasó Alessia a Cynthia.

—Espérame en el auto.

Quería resolver el problema de ese lugar por su cuenta. Aunque quería ejercitar el coraje de su hijo, no quería que su hija viera tal escena, no podía tratar a su hija de la misma forma que a su hijo.

Cynthia tomó a Alessia, cuando estaba a punto de irse, escuchó a la prima de la dependienta, Anastasia Sempere, detenerla.

—Tú causaste el problema, si te vas sin más, ¿cómo aclaro este asunto?

Alain levantó los párpados, sus ojos no emitían ninguna emoción, solo eran indiferentes y fríos.

—Pues hablando conmigo.

Anastasia se encontró con los ojos de Alain, de pronto se asustó. Sintió que su aura era más fuerte que el de Arturo, sus rasgos indiferentes eran hermosos, pero la frialdad que emanaba su ser hacía que la gente no se atreviera a acercarse.

Ella apretó las manos con fuerza.

—Somos gente de negocios disciplinada, ¿no os habéis pasado demasiado haciendo esto?

Los labios de Alain se curvaron, luego se burló.

La dependienta se escondió detrás de Anastasia.

—Deben ser de la mafia, apúrate y llama al presidente Arturo.

En ese momento, Mauricio salió de la tienda y le susurró al oído a Alain.

Anastasia no escuchaba lo que dijeron, pero habían destrozado la tienda, ella y su prima solo eran dos mujeres débiles, definitivamente no saldrían ganando con tantos hombres.

Después de pensarlo, decidió llamar a Arturo.

Esperaba que pudiera ayudarla a resolverlo.

Obviamente, el otro lado tenía intención de intimidarlas por tener a más gente.

Por otro lado, Arturo estaba por ir al hotel a recoger a Cynthia para visitar al maestro que producía gasa de nube cantonés, pero inesperadamente recibió una llamada de Anastasia.

—¿Sí?

Preguntó indiferente.

—Han destrozado a mi tienda, ¿puedes venir?

Anastasia bajó la cabeza, ella y Arturo crecieron juntos en un orfanato, se conocían desde pequeños, luego fueron adoptados por separado, no fue hasta hacía un año que ella y Arturo se volvieron a encontrar.

Ella pudo conseguir una tienda tan buena en ese centro comercial gracias a Arturo.

Arturo miró la hora y accedió a pasarse porque aún le quedaba algo de tiempo.

Sin embargo, no esperaba encontrarse con Cynthia y Alain cuando llegara.

La dependienta, que se había escondido detrás de Anastasia, vio que Arturo se acercaba y levantó la cabeza.

—¿Veis? Os dije que el presidente Arturo es un conocido de mi prima. Habéis sido unos estúpidos causando líos aquí.

Anastasia frunció el ceño mirando a su prima, aunque tenía algo de relación con Arturo, no quería molestar a Arturo apoyándose en eso.

Por eso cuando escuchó las palabras de su prima, no pude evitar fruncir el ceño.

Arturo era tan inteligente que supuso lo que sucedió cuando vio tal escena.

Cuando pasó junto a Cynthia, la miró y le preguntó con cariño:

—¿Estás bien?

Cynthia se acercó más a Alain, sacudiendo la cabeza.

—Estoy bien.

No conocía mucho a Arturo.

Además, por los dos niños, no quería que otros notaran que tenía una relación de pareja anormal con Alain.

Arturo observó su movimiento, sus ojos se movieron levemente, pero se calmó al poco tiempo.

Su comportamiento hizo que Alain, que había tenido un rostro disgustado todo el rato, se relajara un poco, e incluso las comisuras de sus labios se inclinaron hacia arriba.copy right hot novel pub