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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 203: No era una subordinada de nadie

—¿Quiénes sois...?

—Maestro Asher, estamos aquí para preguntarle la forma de hacer gasa de nube cantonés.

Arturo fue el primero en pronunciar palabra para explicar la intención de su visita.

La mirada del anciano recorrió al poderoso grupo de personas que estaba en la puerta, se le tensó un poco la mirada, pero sus ojos eran tan profundos que no se llegaba a ver lo que pensaba. Se volvió y entró en la casa.

—Pasad.

El salón de la casa de madera no era grande y no podía acomodar a todos, por lo que los guardaespaldas se quedaron fuera para vigilar.

Aun así, cuando entraron al interior el espacio se quedó algo apretujado.

El mobiliario de la casa era muy simple. Había ocho sillas colocadas al estilo chino a la izquierda y a la derecha, en la pared había algunas obras de pintura, además de cestas de bambú recién hechas. En realidad, la mezcla de todo eso no hacía juego.

En el centro estaba la mesa, el anciano estaba sentado en el asiento principal, antes de hablar encendió su pipa.

—¿A quién le gustaría aprender?

Tomando a Álex en mano, Cynthia dio un paso adelante y le dijo con sinceridad:

—Me gustaría preguntarle la forma de hacer gasa de nube cantonés. Si está de acuerdo, le quiero invitar a que sea el maestro de mi tienda, tiene la libertad de fijarme un precio.

El anciano dio una calada fuerte la pipa produciendo humo blanco. El pequeño espacio se llenó de un olor único a humo. El olor era diferente a los cigarrillos asfixiante que había en el mercado, más bien era un leve olor medicinal.

Alain frunció levemente el ceño, si no fuera por Cynthia, nunca habría venido a un lugar así en su vida.

A través del humo blanco, el anciano miró a Cynthia de arriba abajo, finalmente posó sus ojos en el brazalete de jade que tenía en su muñeca, luego miró a Arturo sin hacerlo notar, este asintió con la cabeza hacia el anciano.

El anciano retrajo la mirada.

—Puedo enseñarte, pero no me iré de aquí.

Su interacción fue discreta, pero Alain, que parecía que no prestaba ninguna atención, se percató de ello con claridad.

Las comisuras de sus labios se curvaron.

Quería ver el propósito de Arturo trayendo a Cynthia a tal sitio.

Él permaneció calmado como si fuera un extraño que no estaba involucrado en el asunto.

—Genial.

Cynthia estuvo de acuerdo.

—Será muy duro de aprender, ¿estás dispuesta a hacerlo?

Preguntó el anciano.

—Cynthia, ¿y si aprendo yo?

Chloe se acercó.

—Tienes que cuidar a tus dos hijos, la tienda también te necesita cuando vuelvas, ¿quieres que me ocupe de esto?

Dicho eso, sintió que había dicho algo inapropiado y explicó:

—No es que quiera apropiarme de esta artesanía...

—Lo sé.

Cynthia confiaba en ella y nunca dudó de sus intenciones.

El anciano ignoró a Chloe y soltó una frase:

—Sólo le enseñaré a ella.

En un instante, todo el salón se quedó en silencio.

—¿Acaso solo aceptas un aprendiz?

Cristián pensó que eso era interesante, porque era extraño que hubiera tal tipo en la actualidad.copy right hot novel pub

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