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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 221: Empezar a sentir algo

Carmen dijo casi sin pensar:

—Me gustaría que sea hija.

Los niños eran demasiado traviesos, en cambio las niñas eran mucho más tiernas. El dicho de que las chicas eran más consideradas con los padres no era sin razón.

Los niños no eran tan detallistas como las niñas, por eso se inclinaba por las niñas.

En el pasado Arturo también le hizo esa pregunta, en aquel entonces respondió como pensaba ahora, dijo:

—Me gustaría tener una hija en esta vida.

Sin embargo, nunca lo consiguió.

Fernanda le puso comida en su plato.

—Me gustan las hijas como a ti, pero espero que estés embarazada de un hijo.

La gente de la familia adinerada esperaba que sus nueras pudieran darles descendencias varones. Aunque hoy en día las personas tenían una mente más abierta y el machismo no era tan grave como en el pasado, en ese tipo de familia donde había una gran riqueza para heredar, seguían inclinándose por tener a chicos.

Carmen entendió lo que quería decir y bajó la cabeza un poco avergonzada.

—Me temo que no puedo garantizar eso.

—Tonta.

Fernanda se rio.

—Sólo dije que lo espero, pero no dije que tienes la obligación de dar a luz a un niño.

No estaban en una vieja sociedad donde la responsabilidad de dar a luz a un varón recaía en las mujeres.

Alejandro dejó los palillos, se levantó y se fue. Se sentía perplejo, obviamente él era el padre del bebé, pero le parecía que Fernanda tenía más pinta de ser el «padre».

Él era como el exceso en esa familia.

Las dos charlaban y reían durante la comida, ignorándolo por completo.

Por eso estaba disgustado al respecto.

Fernanda y Carmen lo miraron al mismo tiempo.

—Parece estar de mal humor —dijo Carmen.

Fernanda se dio cuenta de algo, pero no lo expuso.

—Quizá esté molesto por algo del trabajo.

Carmen asintió.

Por la noche.

Alejandro daba vueltas sin poder dormir. Se levantó de la cama para bajar, justamente Carmen se había levantado para beber agua. Redujo la velocidad de sus pasos y miró a la mujer parada al costado de la mesa. La tenue luz envolvió su delgado cuerpo, casi tenía tres meses de embarazo, pero no parecía.

Su vientre no daba evidencias de eso.

Carmen no se dio cuenta de la persona que estaba parado en las escaleras, tal vez era porque estaba inmersa en sus pensamientos.

Antes cuando estaba durmiendo, recibió una llamada de Asher, diciéndole que Arturo no estaba en peligro y que podía quedarse tranquila.

Una vez confirmado que estaba bien, Asher se llevó al hombre, le preocupaba que dejándolo allí podría volver a crear problemas a Carmen.

Sintió melancolía en su interior, se acercó a la ventana francesa con el vaso en la mano, la noche oscura era especialmente tranquila, pero una atmósfera así hacía que la gente se sintiera inexplicablemente triste.

En sus 20 primeros años, nunca pensó que algún día llegaría a pasar por una situación tan difícil.

No esperaba que su vigésimo cumpleaños se convertiría en un gran punto de inflexión en su vida.copy right hot novel pub

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