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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 295: No deja en paz a la gente

Chloe estaba sorprendida, «¿Quién es esta mujer?».

Tenía una suposición en mente, pero no quería admitir que Cristián se había encontrado con su exnovia a sus espaldas.

Pero si no, ¿quién estaba contestado el teléfono?

Ella sostuvo el teléfono con fuerza y ​​no habló.

—Soy Elisa, nos encontramos en la entrada del centro comercial esta mañana.

Elisa se miró al espejo, la mujer reflejada en el espejo seguía hermosa, si había algún cambio, eran las pocas arrugas que tenía en el rabillo del ojo, pero eso no le impedía lucir bella.

—Me ha venido a buscar, hemos estado juntos todo este tiempo. Le dije que tenía hambre, así que ha ido a prepararme fideos. Aunque se ha casado contigo, creo que todavía me quiere.

Elisa deliberadamente mantuvo la voz muy baja, por si acaso Cristián lo escuchara.

Chloe enseguida colgó la llamada, miró el teléfono que tenía en la mano, como si fuera una bomba que estallaría en cualquier momento, tuvo ganas de tirarlo varias veces.

«¡Cristián está con Elisa!».

De repente, se apretó el pecho y sintió dolor.

No sabía si era porque Cristián la engañó o porque ella ya sentía algo por él.

Emma cerró la puerta de la tienda. Al ver a Chloe que todavía estaba parada en la puerta, preguntó:

—¿No te has ido aún? ¿Por qué sigues aquí?

Chloe volvió la cabeza, esquivando la mirada de Emma.

—Estoy esperando a alguien.

—Ah vale. Hace frío, vete a casa temprano. Por cierto, tienes que invitarme a cenar otro día. Aún no me has invitado una copa de tu boda.

Emma no notó su malestar, le dio unas palmaditas en el hombro.

—Me voy.

—Vale.

Chloe respondió.

Después de dar unos pasos, Emma se detuvo de repente y se volvió para mirar a Chloe.

—¿Quieres que te lleve?

Chloe negó con la cabeza rápidamente.

—No es necesario, vete primero, llegará pronto.

—Bien. Pero hay que ver cómo le das más importancia al novio.

Emma le soltó una broma antes de subirse al coche.

Después de que Emma se fue, Chloe caminó a un lado de la carretera para tomar un taxi. En el coche, sintió que tenía la cabeza echa un caos.

Ella no sabía lo que debía hacer, también tenía miedo.

Miedo a la reconciliación de Cristián y Elisa.

Se tapó la boca y la nariz y miró por la ventanilla del auto, las luces brillantes pasaban por delante de sus ojos, pero no estaba de humor para apreciarlas, las lágrimas se cayeron silenciosamente de sus ojos.

—Hemos llegado, señorita.

Cuando Chloe todavía estaba inmersa en su mundo, el conductor había estacionado el auto en la entrada de la comunidad.

Chloe se secó la cara y sacó su billetera para pagar.

El viento de la calle le secó las lágrimas, se dio unas palmaditas en la cara para que pareciera como normalmente.

Aunque había llorado, no quería que Cristián lo notara.

Sacó la llave y abrió la puerta.copy right hot novel pub

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