Pablo la llevó a casa. Cuando entró, le dio cuenta de que Alain no había llegado todavía. Los dos niños se habían bañado y estaban a punto de irse a la cama.
Al ver a Cynthia, los dos pequeños entraron por la puerta, Alessia vino a abrazar sus piernas,
—Qué bien que mamá ya has vuelto.
Cynthia la abrazó y dio un beso en su cara:
—¿Por qué estás despertada todavía?
La niña pensó un rato, dijo:
—Porque te estoy esperando a ti.
—¿A quién estás esperando? Te levantas por tener ganas de beber leche.
Álex le reveló la mentira sin dudarlo.
La niña parpadeó y lo miró fijamente:
—¡Qué desagradable eres!
Álex llevó un pijama mullido, dejó el vaso de leche sobre la mesa y miró a su hermana.
—¿Me odias porque he contado la verdad?
La niña metió su cabeza en el abrazo de Cynthia, y se fingió como un bebé:
—Mamá, mírale, mi hermano siempre se mete conmigo.
Cynthia le dio una palmada en su espalda, y se puso consolarle:
—Bueno, ya está. Él no se refería a ti.
Álex pensó que su hermana era muy infantil, y solo sabía pedir mimos.
Regresó a la habitación para dormir.
Ahora él se dormía solo, y Alessia se acostaba con Carmen.
Ella no quería dormir sola, decía que tenía miedo.
Álex pensó, «¿qué miedo tiene?»
Carmen lavó las tazas que usaron por los dos niños y después se acercó, miró a Cynthia y preguntó:
—¿Has vuelto sola?
Porque ella no había visto a Alain.
Cynthia dejó la niña en el suelo,
—Vete a jugar con tu hermano.
—No, quiero que mamá me abrace.
Alessia se quedó en sus abrazos, no quería bajar y estaba haciendo puchero todo el rato.
Cynthia intentó a convencerle:
—Alessia eres una buena chica y siempre te comportas muy bien. Este fin de semana, salimos juntos.
—¿De verdad?
La niña preguntó emocionada.
De hecho, ella era fácil de contentar, solo tenía que darle la comida, la bebida y jugar con ella.
Cynthia acarició su cabeza y confirmó. Así que la niña salí de su abrazo y se fue con su hermano.
—¿Quieres charlar conmigo?
Preguntó Carmen.
Si no, ella no hacía falta echar los niños.
—Vamos a la habitación.
—Hablamos en mi habitación.
Desde de que empezó a acompañar a Alessia por la noche, ella y Alejandro se durmieron en diferentes habitaciones. Ahora no había nadie en su habitación.
Cynthia asintió.
Al entrar, Cynthia cerró la puerta y Carmen le hizo un gesto:
—Ven aquí.
Cynthia se sentó en la cama y pensó un rato, y dijo:
—Elio tuvo un accidente de coche.
—¿Es grave?
Cynthia negó con la cabeza:
—No lo sé todavía, Alain ya ha ido al hospital.
Carmen suspiró:
—La gente nunca podría prever el futuro..copy right hot novel pub