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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 348: Ella se lo ha buscado, ha muerto por su propia maldad

Uno compañero de Gonzalo, de pie en la cubierta de la proa del barco, señaló a Cristián que estaba buscando a Chloe en el agua.

Gonzalo dirigió la mirada hacia allí y confirmó que era un ser humano. Ahora él necesitaba encontrar a Elisa, así que le venía bien tener a alguien con vida, y mandó que se acercara el barco.

Cristián y Gonzalo se conocían, pero no había mucho contacto entre ellos, se podía decir que eran desconocidos que sabían la existencia del otro.

Gonzalo se colocó en la proa del barco y le gritó al hombre en el agua:

—¿Dónde está Elisa?

Cristián levantó la cabeza, las gotas de agua caían de su cabello húmedo, nublando su visión, pero pudo ver vagamente el rostro del otro hombre y supo que el visitante era Gonzalo, le dijo:

—Ayúdame a buscar una persona y te diré dónde está Elisa.

Gonzalo se río con sarcasmo:

—¿Cómo que puedes negociar conmigo? Si no te salvo, morirás aquí.

«¿Por qué ha venido Gonzalo aquí? Seguro que algo debe haber pasado y tiene que ver con Elisa, es por eso que Gonzalo ha venido a buscarla».

—Sólo tengo esta condición, si no la aceptas, no puedo hacer nada, pero tú nunca sabrás dónde está Elisa.

Gonzalo se quedó pensando por un momento, la relación entre Cristián y Alain no era un secreto, y ahora que entre su padre y Alain existía la colaboración de negocios, temía que si él no salvara a Cristián, podría afectar a esta colaboración. Además, ahora el Grupo Gutiérrez tenía problemas por culpa de Elisa, Gonzalo no podía permitirse crear más líos.

—De acuerdo, te ayudaré a encontrar a esa persona.

Gonzalo había venido a capturar a Elisa y, naturalmente, había traído a varias personas con buenas habilidades acuáticas, le preguntó a Cristián:

—¿A quién estás buscando?

—Una mujer.

Cristián le contestó.

Gonzalo pareció haber percibido la sutiliza del asunto, hacía un gesto con la mano para que los hombres se metieran en el agua:

—Haced lo que podáis para encontrar a esta mujer.

Era difícil encontrar a alguien en este mar inmenso, y cuanto más tiempo pasaba, menos esperanzas había de rescate.

Los hombres de Cristián y Gonzalo ampliaron la zona de búsqueda.

De repente, alguien gritó:

—Hay alguien aquí.

Cristián se acercó nadando rápidamente, su corazón latía cada vez más fuerte cuando más se acercaba, tenía la esperanza y a la vez el miedo, esperaba que esa persona fuera Chloe, pero temía que ella estuviera…

Cada vez más cerca, vio el rostro, y aunque la mayor parte del rostro estaba cubierto por el cabello mojado, Cristián intuyó que era Chloe.

Apartó al hombre con un empujón y cogió a Chloe en brazos y nadó hacia el barco que estaba aparcado a poca distancia.

Con la ayuda de varios hombres, Chloe fue rescatada y subida al barco. Cristián la dejó suavemente en el suelo, puso la mano en el pecho de Chole y notó el latido débil de su corazón.

—¡Rápido! ¡Arranca el barco!

Cristián gritó.

Gonzalo le lanzó una mirada e indicó a su hombre que arrancara el barco.

—La ropa seca.

Cristián fue a quitarle la chaqueta a Gonzalo.

Gonzalo se quedó atónito durante unos segundos y luego gritó:

—¿Estás loco?

—Dame la ropa.

Ahora hacía mucho frío y temía que Chloe se constipara.copy right hot novel pub

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