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¡Vuelve conmigo,mi cariño!

Capítulo 82: ¿Quién te enseñó?

El dormitorio con tono celeste de base contenía una inocencia infantil, pero también se veía particularmente acogedor. A primera vista, se podía notar que fue decorada con mucha dedicación.

Álex estaba sentado en el borde de la cama, frente a la ventana, mirando algo con la cabeza agachada. Estaba tan concentrado que no sintió que alguien había entrado.

Cynthia entró con ligereza y miró lo que Álex estaba viendo desde atrás. Después de ver lo que estaba mirando con la tableta, Cynthia casi se vino abajo.

—Álex, ¡¿qué haces?!

Álex se sorprendió por la voz repentina. Lo que le quedaba de juicio le dijo que cerrara rápidamente la página web que estaba navegando, de lo contrario estaría acabado si su madre lo veía.

Estaba tan ansioso que no pudo sostener la tableta con firmeza, y con un chasquido cayó al piso. La página web que mostraba ahora mismo era la misma página que él estaba navegando. Álex se puso de pie delante de la tableta tratando de bloquear la visión de Cynthia.

—Mamá.

Cynthia agarró a su hijo por los hombros para apartarlo e inclinarse a recoger la tableta. La página de inicio de Google aún mostraba las palabras claves de búsqueda: «¿Para qué sirve Durex?»

Los resultados de la búsqueda cubrieron toda la pantalla, incluso había varios anuncios desagradables de hombres y mujeres abrazándose.

¡Solo tenía cinco años!

Cynthia tembló de ira.

—Álex, aclárame el asunto, ¿por qué miras estas cosas? ¡¿Quién te enseñó esto?!

Cynthia estaba realmente enojada esa vez.

Álex bajó la cabeza sabiendo que se había equivocado y se apresuró a disculparse:

—Mamá, me equivoqué.

¿Que se había equivocado?

Si admitía que estaba equivocado su madre no se lo tendrá más en cuenta.

Cynthia bloqueó la pantalla de la tableta antes de sentarse en el borde de la cama. Hoy no iba a dejar pasar ese asunto tan fácilmente.

—Dime, ¿por qué miras estas cosas y quién te enseñó a hacerlo?

Álex pensó un rato y concluyó que no podía sacar a su maestro, porque en ese caso su maestro no lo ayudaría en el futuro.

En el futuro aún necesitaba la ayuda de su maestro para tomar represalias contra ese rompecorazones.

Bajó la cabeza y movió los dedos con nervios.

—Estaba jugando a un juego y de repente apareció un anuncio que se llamaba Durex, por eso hice una búsqueda en Google para ver qué era y para qué sirve.

—¿Ah sí?

Cynthia obviamente no lo creyó.

—Entonces dime qué es esto.

Cynthia encontró la noticia para enseñárselo.

—Dime por qué lo hiciste y quién te enseñó a hacerlo.

Cynthia no creía que pudiera hacer algo así solo.

Álex primero negó que alguien lo había ayudado.

—Es cierto que soy yo el que aparece aquí, pero nadie me enseñó a hacerlo, lo hice porque quise hacerlo.

Cynthia se burló.

—Entonces dime, ¿por qué has hecho esto?

Álex pensó por un momento y susurró.

—Mientras estaba jugando a un juego vi este anuncio. Luego supe para qué era tras buscarlo en Google. Cuando fui a comer vi a ese cabrón, así que fui a comprarlo al supermercado y deliberadamente dije que se le cayó a él con la intención de ponerlo en vergüenza.

En realidad, supo qué era y para qué servía hacía un momento buscando en Google.

Álex explicó las cosas sin dejar ninguna sospecha. Había dejado claro que nadie le enseñó, simplemente lo hizo por su cuenta.copy right hot novel pub

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