Era muy temprano cuándo se levantaron para finalizar todo lo que debían tener listo para viajar, después de desayunar Luis Francisco los llevó al aeropuerto, la despedida fue en medio de grandes besos, efusivos abrazos y un padre que se aferraba con fuerza a su hijo.

-Pórtate bien Campeón, no le des trabajo a tu tía.

-Nunca doy trabajo, padre- respondió riendo- ya estoy grandecito.

-Así parece, y estoy orgulloso del hombre que eres- los ojos de Lisa se llenaron de lágrimas- junto a tu madre eres lo más importante de mi vida Federico, y quiero decirte que voy a extrañarte mucho durante estas vacaciones, y que aún no te has marchado y ya estoy ansioso porque regreses- le sonrió y palmeó su mejilla- ayuda a tu tía, dale mucho ánimo, ahora nos necesita más que nunca.

-Le daré mucho amor y la cuidaré, te lo prometo, sabes que ella es muy importante para mí- le dijo sonriendo.

-Lo sé, y sólo por eso te dejo ir con ella- le aseguró- pero es si, debes prometerme que cuando vuelvas, me darás la revancha en un partido de soccer, no soporto saberme vencido.

-Prometido- dijo riendo y abrazándolo con fuerza.

Luego Luis Francisco besó a Lisa y les deseó buen viaje.

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-¡Tía! – gritó el joven mientras corría a los brazos de su adorada tía.

-¡Oh Fede!... no te imaginas cuanto te he extrañado, mi amor- le dijo con voz temblorosa.

-Y yo a ti tía, he estado anhelando que acabaran las clases para poder venir contigo.

-Te amo, mi amor- luego se giró hacia su hermana y la tomó entre sus brazos.

-¿Cómo has estado, Lisa?- le preguntó a su hermana.

-Muy bien, las cosas van sobre la marcha, solo un problema he tenido, y es este adolescente clamando, gritando y quejándose de no poder estar con su tía- los tres sonrieron, y Linda no dudaba de que fuese así. Fede y ella se adoraban y desde que él nació se había convertido en lo que más amaba, aún por encima de sus padres, estaba Fede; su adorado Fede.

-¿Te quedarás?- le pregunta Linda esperanzada.

-Solo hasta mañana, mi vuelo sale temprano, sabes muy bien que mi amado esposo no tolera estar sin mí- dijo Lisa, con una amplia sonrisa.

Los tres se habían sentado en la sala, compartían una limonada que Linda, preparó, Federico a su lado, Lisa frente a ella.

-¿Cómo te has sentido?- le preguntó a su hermana menor.

-No muy bien, separarme de Marcus, es horrible, pero estoy convencida de que es lo mejor- le dijo con su voz cargada de la más profunda tristeza.

-¡Ustedes se aman, tía! – argumentó Federico.

-Puede que eso sea cierto mi niño, pero en ocasiones el amor no es suficiente, no todas las personas que se aman pueden estar juntas- dijo con ojos cristalizados, y Lisa sintió un profundo dolor, la adoraba y no quería verla así, cerciorarse de que estaba tan destruida como imaginaba, la destrozaba un poco a ella misma.

¿Qué diablos había hecho Marcus, como para que no pudiese ser perdonado?

-Dos personas que se aman no pueden separarse así como así.

-A veces es lo mejor que pueden hacer, para mantener ese amor.

-Eso es absurdo, tía-Fede frunció el ceño confundido, y sin poder evitarlo pensó en Sthephaniee, nunca se alejaría de ella para conservar el amor, eso no tenía ningún sentido. Nunca, nunca haría algo como eso, él la amaría siempre sin importar cuán enfadado estuviese. Y con aquellos pensamientos se perturbó un poco

Estaba reconociendo que la amaba.

-Fede, tiene razón Linda, si se aman ¿por qué separarse?- dice Lisa sintiéndose algo frustrada.

-Porque ya no podemos estar juntos, Lisa - su voz se quebró- han pasado muchas cosas, ninguna buena, por el bien de nosotros mismos debemos alejarnos.

-No puedo creer que el tío Marcus, lo acepte así de sencillo.

-No lo acepta mi niño, pero como he dicho es lo mejor, y todos debemos acostumbrarnos a la idea.copy right hot novel pub