AMORES, BIENVENIDO A ESTA NUEVA HISTORIA, *TRISTEZA* ES LA SEGUNDA PSRTE DE "AGONÍA" TODA LA HISTORIA NARRADA DESDE EL PUNTO DE VISTA DE LOS PADRES DE FEDE.
ESPERO DISFRUTEN DE LA HISTORIA, SI ES ASI, NO OLVIDES DEJAR ALGUNA RESEÑA, TAMBIÉN ME ENCANTA LEERLOS. UN BESAZO.
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Linda entró como un tornado a la habitación de su hermana.
-¡Apresúrate Lisa, llegaré tarde por tu culpa!
-El colegio no se moverá de donde está, Linda- se quejó ella mientras acomodaba su cabello en hermosas ondas- serán solo cinco minutos pequeña.
-Cinco minutos tuyos, son tres horas mías- La pequeña frunció el ceño mostrando enojo- Apresúrate por favor- Lisa se giró hacia ella con una gran sonrisa.
-¿Lo ves?, estoy lista mi amor. Ahora marchémonos antes de que llegue tarde a mi clase de finanzas.
-Como si yo no fuese a llegar tarde también - rodó los ojos- y todo por tu culpa, lenta.
-Debo verme espectacular Linda, es posible que me cruce con Luis Francisco Alcázar.
-¿Es posible? – Preguntó con la niña con ironía- llevan tres meses siendo novios, tú me lo dijiste. Siempre se ven. ¿Cuándo se lo dirás a papá?
-Vendrá mañana para hablar con papá y mamá. Estoy tan emocionada- dejo escapar un pequeño gritito- es el hombre perfecto, Linda. Con el me casaré, tendré hijos y seré feliz. Te lo juro.
-Bien, bien. Háblame del hombre perfecto en el auto, porque si no, jamás tendré una nota perfecta, no tendré mi beca y mamá me matará, eso también te lo juro- le respondió su hermana menor sonriendo.
El camino al colegio de Linda fue hecho en medio de charlas y risas. Las hermanas Castillo eran muy unidas, tenían una relación bastante sólida a pesar de llevarse diez años de diferencia. No solo eran hermanas, sino cómplices.
Después de dejar a Linda en el colegio, pasó a la universidad. Lisa fue a la facultad de negocios y finanzas. Iba a mitad de pasillo cuando sintió que unas fuertes y masculinas manos rodeaban su cintura y le impedían continuar. Sonrió feliz, porque no hacía falta adivinar quién era.
Luis Francisco Alcázar.
Él era el hombre que lograba hacerla estremecer de deseo, con el que llevaba saliendo alrededor de tres meses y medios. Al principio pensó que se estremecía solo por la novedad del noviazgo, pero o era cierto, con cada día que pasaba, ese delicioso escalofrío que la recorría al mirarle o cuando él la tocaba, no hacía más que intensificarse.
-Luis Francisco- su suspiró brotó desde las profundidades de su alma. Se giró entre sus brazos y se encontró con aquellos hermosos ojos verdes, que tanto insomnio le causaban. Cada vez que la estrechaba, se sentía infinitamente amada, con un amor que no había experimentado jamás.
-¿Cómo amaneció la mujer más hermosa de toda la universidad?- le mostró una hilera de perfectos dientes blancos. Aquella boca era tan perfecta, tan suave, tan dulce.
-Muy bien- le devolvió la sonrisa- ya les he dicho a mis padres que mañana cenaras con nosotros.
-Estoy ansioso de que llegue mañana- susurró junto a su boca- será una gran noche. Formalizar lo nuestro frente a tus padres, es lo que más deseo- Los labios de Lisa temblaron, aún antes de ser tocados por los de Luis Francisco. No les importó cuantas personas pudieran estarle viendo, ni que estuviesen a mitad del pasillo. Todo había desparecido, solo eran ellos dos, sus bocas y lo que sentían uno por el otro.
Lo besó, lo besó como si sus labios fuesen el último alimento del que fuese a disfrutar en toda su vida. Sintió como el calor inundó sus venas, su respiración se aceleró y se pegó más a él.
-Lisa. . .si así lo quieres, podríamos. . . podríamos saltarnos las clases del día de hoy- ella le miró con ojos cargados de deseo, pero de nerviosismo al mismo tiempo. Entendía claramente su propuesta. Si aceptaba, no habría marcha atrás.
Lo deseaba. . .
Como nunca había deseado a nadie más. . .
-Si- se escuchó susurrar, aunque internamente se creía incapaz de haber pronunciado esas palabras.
-¿Estás segura?- sus verdes ojos le miraron anhelantes.
-Muy segura- respondió ahora más firme, él la besó velozmente, la tomó de la mano y se dirigió a la salida.
¡Al diablo la clase de finanza!
Al entrar a aquella habitación de hotel, su corazón saltó acelerado. Claro que era lo que quería, solo que estaba muy nerviosa- había tenido novios, pero con ninguno había llegado a la cama. La ponía realmente nerviosa no llenar las expectativas de Luis Francisco.
Las manos de él retiraron el cabello, para colocarlo sobre el hombro izquierdo. Lisa se estremeció de pleno placer al sentir como esa boca le besaba en la curva del cuello. Las manos viajaban por debajo de su blusa. Y un suave gemido escapó de sus labios al sentir que una gran mano se apoderaba de su seno.
-Lu. . . Luis. . .- su gemido aceleró el masculino corazón.copy right hot novel pub