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Amante peligroso

Capítulo 52: La preocupación detrás de la frialdad

Hubo un ruido detrás de él.

-Detente, ¿adónde vas?- Joaquín entrecerró los ojos mirando a mujer acobardada, sintió un impulso de irritarse.

-A trabajar.- dijo Denis lentamente.

¡Al instante!

El hombre se irritó más, sin emociones en su rostro tan frío como el jade, de repente dijo, -¿Trabajas? ¿Con tu cuerpo en mal estado ahora?- Una mujer que no sabía lo bueno o lo malo, solo pensaba en el dinero, acababa de salir de la posibilidad de morir, solo podía ver dinero, además del dinero, ¿qué más prestaría atención?

¡Oh... se equivocó!

¡Y a Julián!

¡Ese Julián de quien ella hablaba en su sueño!

-Si no tiene nada, entonces, Sr. Garcia, iré a trabajar ahora.- Ella todavía estaba así, acobardada. Su columna vertebral, como si nunca fuera a estar recta. Joaquín la vio, sintió ira inexplicable y su rastro de tristeza que deliberadamente ignoró a sí mismo.

Trabajar, trabajar, le gustaba mucho trabajar...

-Está bien, yo siendo tu jefe tengo la suerte de tener una empleada tan diligente como tú. Como amas tanto tu trabajo, entonces puedes usar tu diligencia para ganar cinco millones en un mes.-

Denis sintió que estaba a punto de desmayarse de nuevo, volvió la cabeza incrédulamente para mirar al hombre sentado en el sofá y preguntó temblorosamente,

-¿Sr. Garcia quiere que yo envíe 5 millones a esa tarjeta bancaria en un mes?-

Joaquín no respondió a su pregunta, pero se burló y agitó la mano, -Ve a trabajar, te creo, eres una buena empleada.- Incluso la animó, -Vaya y trabaja, estoy optimista contigo.-

Una ironía clara, el rostro de Denis estaba pálido y sus labios temblaban. Abrió los ojos y miró a la persona seriamente, como si no hubiera nada más en sus ojos, al igual que esa persona, lentamente abrió la boca y se movió, al final ella no dijo nada, incluidas palabras de suplica misericordia.

-Ya sé, Sr. Garcia.- Después de dejar estas palabras en silencio, Denis entró al ascensor bajo la mirada de esos ojos negros.

En el momento en que se cerró la puerta del ascensor, el hombre en el sofá, con la cara fría, de repente estalló en una sonrisa sangrienta... Antes, se arrodillaba y suplicaba misericordia facílmente, pero ahora, ni siquiera se molestó en decir una palabra suave, y este cambio comenzó cuando conoció a Julián.

Levantó el teléfono, -Investiga sobre Julián.copy right hot novel pub

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