Aunque Denis estaba muy molesta, sabía una cosa- Venancio tenía la razón.

Ella bajó la cabeza y Venancio no la apresuró.

Después de un rato, levantó la cabeza

- Tengo otra petición. No puedes coaccionarme con la fuerza. De lo contrario, no puedo esquivarlo en absoluto, tú lo sabes muy bien-.

- Está bien.-

Venancio accedió a su petición sin ninguna vacilación, y sus ojos marrones brillaron en un instante ... Tonta, mientras restringiera su libertad con las manos, eso implicaría que él usaba la fuerza.

Incluso si las dos personas comparaban la velocidad, corría mucho más rápido que ella.

Denis miró con suspicacia a Venancio que estaba parado frente a ella, no paraba de pensar que eso de que estuviera de acuerdo tan fácilmente debía haber gato encerrado, pero después de reflexionar en la conversación en este momento, no encontró ningún problema.

- Tengo hambre. -

- Pues entra. - Abriendo la puerta del piso, Denis fue a cocinar como antes.

Venancio se acostumbró cada vez más a sentarse en el asiento en el que solía estar mirando a esta mujer que estaba en la cocina.

Como lo de siempre, ella trajo los fideos y él se los comió.

Después de comer, sacó un pañuelo y se limpió las comisuras de su boca. Sus movimientos fueron tan elegantes. No hubo comunicación entre los dos de principio a fin. Nadie habló, pero todo fue sorprendentemente armonioso como si eso se hubiera escenificado innumerables veces.

Pero en este momento, el rostro de Denis ya se mostraba cautelosa.

Ella no habló, lo miró a Venancio fijamente, pero muy lejos de él.

De repente, Venancio se puso de pie y miró de reojo a esta mujer que se veía muy cautelosa

- ¿No me vas a despedir? -

- No, cierra la puerta cuando te vayas. -

- ¿Será que tu trabajo no es socializar atendiendo bien a los clientes? ¿Acaso el despedir a tu cliente no es lo más básico? o la Sra.Denis tú misma piensas que cuando estás en casa después del trabajo y ya no estás en Grupo de Entretenimiento ya no me tomas como tu cliente, en ese caso, tengo que considerar si mañana voy al club donde trabajas tú para verte-.

¡ Era una amenaza de nuevo!

¡ Un bellaco, miserable, despreciable!

Denis estaba que se volvía casi loca, este hombre llamado Venancio Gómez era capaz de hacerle a ella que crujió los dientes con ira todo el tiempo.

- Tienes la razón, no puedo tratar mal a los invitados solo porque ya estoy fuera del trabajo, entonces te voy a despedir acompañándote ahora mismo-.

Denis caminaba hacia adelante mientras hablaba, pero sus miradas estaban fijadas en este hombre que estaba a su lado con más atención. Quién sabría qué le pasó a este hombre que estaba interesado en besar las heridas de otras personas ... Bueno, no, lo que a este hombre le gustaba era echar sal en las heridas de otras personas reclamando - eso se llama curar-!

- Relájate, te prometo que no tocaré la cicatriz de tu frente esta noche porque estoy muy cansado-.

Denis obviamente se fió de él, pero el hombre volvió a decirle algo con una expresión de sinceridad.

- Normalmente no falto a mi palabras y no te voy a mentir-.

Denis volvió a mirar ese hermoso rostro con seriedad, solo encontró una sensación de sinceridad sin un rastro de astucia, por lo que soltó un suspiro de alivio

- Sr. Venancio, nos... vemos... -

¡La cara de Denis cambió al instante!

- Acabas de decir..copy right hot novel pub