Cuando una persona se sentía sumamente humilde, su conclusión en la vida no era nada más que sobrevivir.
Denis contempló a Mónica; su rostro era joven, tierno y delicado, esa vida llena de colores vivos y brillantes, eran cosas inalcanzables para Denis en su vida.
-¿Cómo? ¡¿Cómo eres capaz de reírte aún?! -Mónica dio un pisotón y agregó-: Denis, te lo dejo claro, da igual cuánto dinero consigues ganar, ¡porque todo el mundo te desprecia! ¡Incluso las modelos del departamento de relaciones públicas que se venden a sí mismo son más respetables que tú! Haces esas cosas que ni si quiera te permite conservar la dignidad, ¿quién puede valorarte?-
Finalizado sus palabras dejó un resoplido, no miró más a Denis. Esta última se quedó de pie allí por un momento y luego reinició sus pasos e fue hacia el dormitorio, se notaba cansancio en toda su cara, y en sus oídos resonaban las palabras de Mónica: “solo vengo a ganar un poco de dinero para pagarme la universidad y los gastos diarios. No soy como tú, que por dinero puedes hacer de todo”.
Denis se mofó… Lo que hacía también era solo para ganarse un poco de dinero para los gastos diarios, tener un lugar para vivir, poder alimentarse y no formar parte de los vagabundos de la calle, en realidad, ¿a quién le importa ese dinero?
Si le hicieran saber que en ese momento que estaba en la sala 606, que solo por el hecho de entrometerse en el asunto de Mónica le conllevaría tantos problemas ahora, si le dieran la oportunidad de volver a elegir, era probable que ella…
Pensándolo, se quedó dormida.
Cuando Denis volvió a abrir los ojos ya estaba en el hospital.
-Estas despierto.-
-Ivana, ¿en dónde me encuentro? -dijo en voz baja tras abrir los ojos. Al hablar notó el dolor en la garganta por sequedad.
-En el hospital.- Ivana peló una manzana, lo cortó en pedacitos y con los palillos se lo llevó a la boca de Denis: -Come algo antes de hablar.-
Denis no se acostumbraba al cuidado que recibía de repente, pero aun así comió la manzana que Ivana le llevaba a la boca y preguntó: -Ivana, ¿por qué que estoy en el hospital?
Hablando del tema le vino la frustración a Ivana.
-¿Que por qué estás en el hospital? Eso quería preguntarte, ¿cuántos días llevas con fiebre?- Ivana tenía mala cara, pensando que de no haber sido que anoche se preocupó por Denis porque ausentó al trabajo y fue a buscarla a donde vivía, Denis podía haber muerto por fiebre alta en la residencia de empleados sin que nadie lo supiera.
-Anoche no te vi en el Club Emperador y fui a buscarte a tu casa, tenías el cuerpo tan ardiente que podías hervir agua. Llamé de inmediato al 120, cuando llegamos al hospital tenías 42 grados, y encima estabas deshidratada, incluso el médico dijo que si llegaras algo más tarde ya te habías ido al otro mundo.
Dicho esto, Ivana aún tenía miedos persistentes, -¿No podrías haber avisado a tu compañera de piso? ¡Callártelo y aguantártelo casi ha hecho que pierdas la vida!
Denis estaba escuchando la reprensión de Ivana, aunque Ivana era agresiva, Denis pudo leer entrelíneas su preocupación por ella, con eso parecía que habían vertido un poco de calidez y pena en su corazón, hacía muchos años que no había llorado, pero en ese momento Denis sintió como que las lágrimas se estaban formándose en sus ojos. Esa poca cantidad de cuidado que le había proporcionado Ivana era como la única ventana de su vida donde la luz podía entrar.
No obstante, eso le hacía estar más intranquila todavía… Si nunca se ha obtenido, entonces tampoco existiría el dolor a la hora de perderlo.
Denis tenía eso muy claro.
-¿…Por qué? -cuestionó Denis después de un buen rato con la voz temblando, finalmente se armó de valor para preguntar.
Ella quería saber por qué la trababa Ivana tan bueno.
Un trozo de manzana fue metido otra vez en la boca de Denis, Ivana la miró de manera compleja: -Ya no hay nadie en este mundo que te trate bien, si yo no lo hago, ¿quién quedará por sentir tus penas? -Denis se parecía mucho a la Ivana de antes.copy right hot novel pub