El corazón de Celia sintió una tensión y tuvo un inexplicable impulso de abrazar al hombre.

—Edu, no soy una buena mujer... —Celia sentía que no merecía el amor de un hombre tan excelente.

—Yo tampoco soy un buen hombre —Eduardo extendió sus manos.

Ahora que habían hablado con sinceridad, ya no era necesario que ocultara y reprimiera sus emociones y sentimientos.

Eduardo después de calmarse decidió no presionarla demasiado porque no quería verla sufrir.

Después de todo, el trauma que le había causado desde el reencuentro no podía ser perdonado por nada.

—Vamos, bajemos y afrontemos a lo que nos toca —Eduardo tomó la mano de Celia y sonrió.

Ella no retiró la mano hasta que bajaron.

Celia supo que era inevitable otra ronda de preguntas al ver la mirada de cotilleo de Paula.

Carmen salió de la cocina y fue con Eduardo al jardín para hablar, dejando a Paula y Celia solas en el salón.

—Cuñada —Paula había cambiado su forma de llamarla.

—Eduardo y yo sólo somos amigos ahora —explicó Celia apresuradamente, pero su explicación era poco convincente.

—Vais a volver a ser una pareja de todos modos, simplemente he cambiado la forma de llamarte un poco antes —Paula bromeó con una sonrisa.

Celia frunció los labios y no dio más explicaciones porque sabía que por mucho que dijera no conseguiría aclarar su relación con Eduardo.

—¿Cuándo vais a celebrar vuestra boda?

Celia estaba bebiendo agua y se atragantó con la repentina pregunta de Paula.

Eduardo entraba desde el jardín y vio a Celia tosiendo con la cara roja, se acercó preocupado y le dio unas palmaditas en la espalda.

—¿Qué pasa? —Eduardo se mostró preocupado.

Celia negó con la cabeza, indicando que estaba bien.

Paula le contó lo que estaba pasando.copy right hot novel pub