Modo oscuro
Idioma arrow_icon

AMARTE ES UN SECRETO

Capítulo 33: Encontraré un sitio para estar

La mirada de Celia se quedó fija en la esquina de la habitación, era un callejón sin salida y sin retorno, igual que su situación actual.

—Todavía no has respondido directamente a mi pregunta —Eduardo cogió la mano de Celia, se la llevó a los labios y la besó.

—Sería mentira si digiera que no, pero resulta extraño decir que sí...

—Ya entiendo —Eduardo puso suavemente su dedo índice en los labios de Celia, esta respuesta ya le satisfacía.

Celia miró a Eduardo aturdida, las emociones que tenía eran muy contradictorias.

Este hombre había reconocido su verdadera faceta escondida detrás de todas estas falsas fortalezas que había construido. Le hizo sentir como una payasa ya que ella no consiguió ver los pensamientos reales de él.

Ambos estaban tumbados en la cama sin hablar, disfrutando de este silencio. De repente, la puerta del dormitorio se abrió.

—Eduardo... —Entró Carmen, que estaba a punto de hablar cuando los vio en la cama juntos.

—¡Qué estáis haciendo! —Carmen se enfadó tanto que sus venas sobresalían.

Antes le gustaba Celia, pero cada vez la veía más parecida a su madre. Al fin y al cabo, era su madre de sangre y tendrían los mismos modales.

—Mamá, ¿no debes llamar antes de entrar?

Eduardo se levantó de la cama, muy descontento con el acto irrespetuoso de su madre.

Además, su madre se encontró enfadada si simplemente estaban tumbado en la cama con la ropa puesta, «¿cómo se habría enfadado si nos encontrase desnudos y haciendo otras cosas?»

—Celia, tu madre ya se ha ido, ¿por qué no te vas tú también?

Carmen no respondió a Eduardo y le volcó el enojo a Celia.

Celia ya estaba sentada, pero Eduardo tenía su mano agarrada que no podía deshacerse de él.

—Mamá, Celia y yo hemos reconciliado —Eduardo reiteró lo que había dicho.

—¿Te has quedado loco por ese apuñalamiento? —Carmen miró a su hijo con incredulidad.copy right hot novel pub

Comentar / Informar problema del sitio